Capítulo 27 La Calma antes de la Tormenta

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Alysa POV

Sentía los brazos y las piernas adoloridos, el sudor resbalaba por mi frente y apenas podía mantener mi respiración estable.

- ¿Ya te cansaste? -Mire mal a Valkyon, quien intentaba contener una sonrisa burlona en vano.

-Ni siquiera un poco -Me enderecé nuevamente y me puse en posición de combate. Esta vez Valkyon no pudo evitar sonreír y volvió a lanzarse contra mí por vigésima vez.

Hice mi mejor esfuerzo dado el cansancio que me pesaba, pero nuevamente Valkyon había conseguido inmovilizarme por completo contra el piso. Valkyon se retiró y me ofreció la mano para ayudarme a levantar, pero el orgullo y la frustración me hicieron ignorar su ofrecimiento y di un pequeño esfuerzo más para levantarme por mí misma.

-Creo que lo mejor sería que lo dejarás por hoy Alysa -Nevra me hablo desde su lugar junto a Ezarel, quienes también habían estado practicando una hora antes, pero una vez hubieron terminado se pusieron a observar mi entrenamiento con Valkyon.

-Y yo creo que lo mejor es que mantengas tu bonita boca malditamente cerrada -Hasta yo me sorprendí por la brusquedad en mis palabras, pero había un límite de veces en que una mujer puede ser derribada antes de perder un poco la compostura. -Lo siento, no debí de haberte hablado así

-No importa, me gusta cierta agresividad en ti -Nevra me guiño el ojo y yo no pude sino sonreír divertida. Dios, de verdad amaba que él sea mi compañero.

-Aun así, Nevra tiene razón Alysa. Hemos estado entrenando por cuatro horas ya -Fruncí el ceño ante el comentario de Valkyon y me dirigí hacia una pequeña cascada natural que todos los que iban a la sala de entrenamiento utilizaba para hidratarse. La primera vez que la vi, quedé fascinada por ver como se había formado una cascada así dentro del edificio principal del C.G.

-Está bien -Hasta una cabeza dura como yo entendía que no podía exigirle a mi cuerpo más allá de mi limite y ya había llegado a ese punto. Así que le di la razón a los muchachos y los cuatro salimos de la sala de entrenamiento y quedamos de vernos más tarde en la Cantina para comer algo.

Me dirigí a mi habitación y me di una ducha rápida que sirvió para relajar mis músculos tensos. Desde hace ya una semana me entrenaba todos los días en combate o armas con el fin de no ser tan inútil como lo fui durante la Batalla de Fairex.

El peso de lo que había hecho ese día seguía carcomiéndome constantemente y atormentándome durante las noches a través de horribles pesadillas, sin embargo, también había sentido como ese peso, en cierto modo se había hecho más ligero con el paso de los días. Sabía que le hecho de tener el apoyo de Nevra me había ayudado bastante a lidiar con ese asunto. Por las noches cunado tenía pesadillas y no estábamos durmiendo juntos, simplemente iba hasta su habitación y sin importar la hora que fuera él estaba ahí dispuesto a cuidarme y calmar mis temores, finalmente me arrullaba entre sus brazos hasta quedarme dormida.

Hubiera sido muy difícil sobreponerme de esto sin la ayuda de Nevra.

Terminé de arreglarme rápidamente y me dirigí a la Cantina donde los chicos ya se encontraban sentados en una mesa charlando animosamente. Me acerque a ellos y Nevra fue el primero en verme acercarme, llegue hasta la silla junto a él y antes de sentarme le bese con efusividad. Ezarel hizo ruiditos de arcadas, pero eso simplemente me hizo sonreír más y a Nevra también.

-A veces actúas como un niño Ezarel -Le dije a lo que él se sonrío ampliamente.

-Si me vieras succionándole la boca a una chica también harías cara de asco

El Príncipe de las Sombras [Nevra Eldarya]Where stories live. Discover now