Capítulo 44 La Única Opción

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Nevra POV

-¿Sabes lo difícil que es encontrarte solo últimamente? -Termine de ajustar la rueda de uno de los carromatos que se había dañado y me levante para ver a Hipólita parada a unos pasos de mí. -Tu compañera ha estados bastante encima de ti en los últimos días

No respondí porque Hipólita no había preguntado nada, no realmente. Y de cualquier manera eso no era su asunto.

Me giré y le di unas patadas suaves a la rueda para asegurarme que estaba bien puesta en su lugar. La hora del almuerzo ya iba a terminar y el carromato tenía que estar listo antes de eso.

-¿Qué? ¿Te vas a limitar a ignorarme?

-No veo que haya algo de lo que tengamos que hablar

-Siempre hay algo de lo que podemos hablar. -Suspire frustrado y me gire otra vez hacia Hipólita.

-No, no vamos a hablar de eso. Ya te lo dije antes Hipólita, lo nuestro terminó hace tiempo

-Nadie dice que no podemos volver a retomarlo. -Dijo ella con una sonrisa coqueta en su rostro.

-Ahora estoy con Alysa. No pienso engañarla -Esperaba que eso hiciera enojar a la Reina de las Amazonas, pero, al contrario, ella se limitó a soltar una sonora carcajada.

-¿Qué? ¿Crees, en serio, que me creeré esa mentira de que están juntos? -Intenté no deja entrever ninguna reacción en mi rostro. No había razón para que no me creyera, después de todo eso es lo que pensaban la mayoría de las personas.

-Tú misma lo dijiste. No sueles vernos al uno sin el otro

Y eso era verdad. A excepción de las veces en que estábamos en el camino, que solía ser por lo menos la mitad del día y parte de la hora del almuerzo, cuando Alysa se iba a entrenar con los hombres murciélago, siempre estábamos juntos. Tenia que ser así, si queríamos evitar que la oscuridad volviera a controlarme.

-Sí, eso me pareció extraño y aun sigo sin saber porque pasas tanto tiempo con ella cuando no están juntos, pero sé que no han regresado, si así hubiera sido estarías saltando de la alegría y no es así. Además, que después de lo que te hizo dudo mucho que aceptaras volver a estar con tu compañera sin que ella tuviera algún motivo real y justificable de porque actuó como lo hizo

Odiaba que Hipólita fuera tan perspicaz y pudiera leerme tan fácilmente. Y odiaba aun más el hecho de que supiera que las cosas no terminaron bien entre Alysa y yo. Lastimosamente Hipólita estuvo presente en el momento en que Karenn y Alysa se pelearon y al parecer escucho lo suficiente para saber lo malo que eso había sido.

-No me importa lo que creas Hipólita. Yo, ya, dejé claro las cosas en el Reino de las Amazonas. Así que agradecería que dejaras el asunto en paz. -Esta vez mis palabras si causaron efecto en Hipólita, quien tenía el ceño fruncido y su cara roja de la ira. Vi que estaba dispuesta a decir algo, posiblemente algo que también me hiciera enfurecer, pero sus palabras fueron calladas por el sonido de las campanas que avisaban que teníamos que ponernos en marcha. -Adiós, Hipólita

Me aleje del lugar para regresar a mi carromato. Cuando llegue vi a Alysa regresar del bosque junto con Casio y Bastián. Estaba sudada y la ropa la tenía llena de tierra. Se estaba tomando muy en serio su entrenamiento. Creo que ella deseaba estar preparada para el día D, y eso me parecía estupendo. Cualquier arma que pudiera tener a su favor para cuando la batalla comenzara, le daría ventaja y protección en el campo.

La mantendría segura y eso era lo único que importaba.

-¿Qué tal va todo? -Mi hermana decidió ir conmigo al frente del carromato, así que Chrome se quedó en el asiento trasero.

El Príncipe de las Sombras [Nevra Eldarya]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora