21| ¿Quién folla mejor?

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Ps.

I,m obsessed.

Darihan R. 🥀

La lluvia cae a cántaros, dicen que cuando un alma está dolida el cielo se apiada y llora por ella. Llora por el alma que no puede llorar.

Las brasas del fuego me distraen. Al menos esta vez no me dejó sin chimenea.

El sonido de sus botas me alerta, está cerca. El rechinado de la madera me provoca escalofríos, como si me encontrara en una película de terror.

Me acurruco lo más que puedo en la esquina, mientras escucho cada pisada bajar las escaleras de madera con lentitud, una lentitud tortuosa.

—No te escondas de mi —susurra de manera dulce, pero ya no le creo.

Aprieto los labios.

—Solo tengo frío —me excuso viendo su silueta ya parada frente a mí.

—Entonces ven que te abrazo.

Asiento y me pongo de pie, me acerco lentamente y él ya me está recibiendo con los brazos abiertos.

Mis ojos se llenan de lágrimas y no puedo hacer nada, mi barbilla tiembla y por fin me fundo en un abrazo con mi progenitor.

—Estás temblando, pequeño sol —susurra acariciando mi cabello largo y rubio.

Una lágrima cae por mi mejilla derecha y de allí es una invitación para que las siguientes se derramen en silencio y sin cesar.

Tiemblo y yo sé que no es por el frío, ni siquiera está haciendo frío aquí abajo.

—¿Tu no me dejarás cierto?

Me quedo callada.

—¿Me dejarás? —el tono se vuelve duro y severo.

—No padre... —mi voz se entrecorta y apenas se oye.

—Me alegra escuchar eso, Andrea —sonríe con suficiencia— porque si me dejas, iré y te traeré de vuelta. Tú siempre estarás conmigo. ¿Lo entiendes, verdad?

—Si...

Me separa de su cuerpo y me sonríe para después depositar un beso en mi frente...un beso de promesa.

—Bien hecho, mi amor, bien hecho... mamá vendrá pronto.

Agitada despierto, pasó una mano por mi cabello y frente sudada mientras intento olvidar la pesadilla.

No es real, no es real, ya no puede hacerte daño, me repito intentando convencerme y en eso tocan la puerta sobresaltándome.

—Adelante. —mi voz se escucha ronca, ni siquiera tengo idea de la hora.

Se adentra ligeramente permitiéndome verlo en un traje completo. Lo repaso por completo, sin disimular un poco. No hay ánimos.

—¿Todo bien? —me repasa, deteniéndose un poco más de tiempo en mis pezones erectos a través de la tela—. Me pareció escuchar ruidos.

Carraspea y trago saliva nerviosa. Recojo mi cabello en un chongo flojo.

—Si, todo bien.

No muy convencido asiente.

—Bien. Esta noche será la cena, saldremos mañana a primera hora a Mónaco.

Asiento sin emitir sonido y el hace el amago de cerrar la puerta, pero lo detengo.

Lienzo Ruso +18 © |Actualizándose lentamente|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora