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28.1| Serem Black: Ailen, cuidate.

Parte 1

Darihan Rossetti. 🥀

Dejo la copa de champaña en el portavasos de la limosina, mientras aliso el vestido blanco que he elegido para esta noche. Levanto la mirada nerviosa topándome con los ojos indescriptibles de Alik, sus ojos me miran distraídos, como si realmente no estuviera mirándome, miro a mi lado y Edik está de la misma forma.

Ambos han estado muy extraños desde la tarde, exactamente desde que los escuché discutir, estaba en mi habitación eligiendo vestido cuando de pronto escuché gritos de una muy fuerte discusión por lo que salí en seguida al pasillo alerta.

Me acerque a la habitación donde provenía todo el caos y estuve a punto de entrar pero supuse que era algo que no me competía, por lo que simplemente me quedé hasta que escuché pasos dirigirse hasta la puerta por lo que me escondí viendo el cuerpo de Alik salir hecho una furia, tenía curiosidad, demasiada curiosidad a decir verdad, de que era lo que había pasado en esa habitación y porque parecía que se querían matar, pero no era mi problema así que solo volví a mi habitación y terminé de arreglar mis cosas.

—Me acaban de avisar que todo está listo —suelta Edik— aún faltan dos horas para que comience la gala, por lo que tendremos que socializar para despistar. Darihan no te separes de Alik, y si es así, búscame o mantente cerca de uno de los hombres de confianza.

—Claro, lo hare.

—Alik —mantiene la mirada perdida— Alik...

Lo observo extrañada sin decir nada.

El parece darse cuenta de nuestras miradas y parpadea confundido mirando.

—¿Qué?

Edik le dedica una mirada diferente, y suspira.

—Ya vamos a llegar —le aclara— estará ahí, por favor no te acerques a ella.

El frunce el cejo y asiente con lentitud, dirige la mirada a mí, y yo trago saliva.

No entiendo nada.

¿Ella? ¿Quién? ¿La rubia?

La limosina se detiene después de un rato y los primeros en bajar son ellos, Alik me ofrece su mano y la tomo, los flashes comienzan a cegarnos y las preguntas de los reporteros no se hacen esperar.

Esquivamos cada uno de ellos y apenas cuando logramos entrar puedo respirar.

El lugar esta espectacular, la decoración es digno al evento, todo es un arte con decoraciones entre el negro y dorado, de acuerdo con la temática de la noche.

—Me escuchan —la voz de Karol inunda mi oído mientras sigo embobada con mi alrededor.

—Lastimosamente —respondo con una semisonrisa.

—Lo tomare como un "te extrañe, por supuesto que quiero escuchar tu voz"

Rio ligeramente, y aun mirando a mi alrededor hasta que me encuentro con la mirada juzgadora de Alik.

—¿Sucede algo?

—No. —responde secamente— Solo recuerda lo que te advertí.

Frunzo el ceño confundida.

—¿De qué hablas?

—Es mi hermano.

Alzo las cejas comprendiendo a que se refiere.

—No pretendo acostarme con él. —ruedo los ojos.

—De cualquier forma no pensaba permitirlo, Darihan.