Capítulo 46: Ayúdame.

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—¿Perdonarte? —No sé si me dejará tocarla, está temblando mientras presiona sus manos en sus mejillas.

—Por haberte mentido, por engañarte, por no cumplir lo quete prometí. —Susurra mirando hacia todos lados asustada. Intento decirle algo pero no puedo, ella esperaba una respuesta y al no obtener nada su estado empeora. —Tú... No me crees.

—No, Alison. —susurro al arrodillarme a su lado, sus ojos parecen los de una niña atemorizada por sus peores miedos. —No tengo que perdo...

—¿Por qué no me crees, Billie? ¿Por qué nadie me cree? ¿Es porque estoy enferma? Yo no lo imaginé, no he querido nunca nada de ellos.

—Alison, escúchame. —Le pido intentando tocarla pero se niega. —¿Estás tomando tus medicamentos? ¿Visitaste a tu psicólogo?

—No.

Asiento e insisto para abrazarla hasta que cede aferrándose a mi brazo con fuerza sin dejar de llorar desconsoladamente, pedirle calmarse es echarle gasolina al fuego, así que la dejo.

—Tú debes perdonarme a mí, yo estaba cegada por tantas cosas, no me detenía a pensar bien, esta vez no te dejaré sola, eso te lo prometo. —beso suavemente su cabeza también entre lágrimas.

Ella no está bien y no lo estará hasta que sea tratada con más atención, si continúa sumergida en esa idea que se ha sembrado en su cabeza de que es una mala persona, esa carencia de confianza y la culpa que se está echando ella  misma, terminará por perderse completamente.

La pequeña puerta del cubículo se ha quedado abierta y al alzar la cabeza me encuentro con Brian mirándonos, de sus ojos sale el dolor que todos estamos sintiendo en base a esto

—¿Está bien? —Pregunta con cautela y niego en respuesta, no serviría de nada mentir. Él cubre su boca retrocediendo lentamente para apoyarse del lavamanos. —Yo no tenía idea de lo que estaba pasando, nunca noté nada extraño en ella, tal vez pude ayudarla, si ella hubiera pedido ayuda habría estado para apoyarla.

—Está bien, ella lo sabe, pero ahora debemos sacarla de aquí y llevarla a descansar, no está completamente consciente. —Le explico intentado levantarme con ella aún aferrada a mí.

—¿Qué?

—Está en un transe. —doy varios pasos y ella hace lo mismo así que con ayuda Brian salimos del baño. El señor Mathew está sentado en el pasillo con la cara entre sus manos, aún sabiendo que estamos casi frente suyo no se ha permitido levantar la cabeza.

—El Tribunal ha aplazado el juicio. Nos dará tiempo para encontrar nuevos elementos de pruebas. Por el momento los acusados no podrán atentar contra ustedes, ahora mismo están bajo el ojo de la corte y cualquier cosa que le llegue a pasar a ustedes podría afectarle a ellos. —Informa la abogada dejando caer su mano en el hombro de Alison quien la mira por varios segundos. —Pagarán lo que te han hecho, Alison.

—¿Cuándo será la próxima sesión? —Le pregunto.

—En un mes. El tribunal ha pedido llevarla a terapia en el transcurso, el psiquiatra será proporcionado por ellos mismos porque necesitan saber como está mentalmente. —Responde y tras darle una rápida mirada a Alison suspira. —Debemos reunirnos para tocar algunos puntos, ella no puede estar presente.

—Bien, será en mi departamento, ¿mañana está bien? —Dice Kayla con impaciencia.


...

Al final de cuenta quedamos de reunirnos en mi casa y la decisión de llevarme a Alison conmigo no estuvo en discusión, es lo más conveniente ahora no podemos llevarla al departamento eso le llenaría la cabeza de recuerdos y probablemente no serían buenos.

En mi pielWhere stories live. Discover now