Capítulo 34: Más que nunca.

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La piel me arde y puedo sentir lo mismo en mis nudillos. El aire no ayuda a disminuir en calor que emana mi cuerpo justo ahora. Quiero gritar, tomar un avión y romperle la cara a ese imbécil.

—Lo voy a matar Finneas. —Le digo a mi hermano mientras cubro mi boca con las manos. —Eso te lo aseguro.

No puedo ni llorar aunque tengo el deseo de hacerlo. Doy media vuelta y veo a Alison con su hija en brazos mientras me mira asustada, la niña se lanzó a sus brazos cuando la rabia comenzó a notarse en mi rostro.

—No vas a matar a nadie Billie. —Dice mi hermano mientras teclea en su teléfono.

—¿Pueden decirme qué pasa? —recargo la mirada sobre Freya. Puede que esté a punto de odiarla perl simplemente no puedo, ella ha estado con Alison y la ha ayudado mucho, no puedo ser tan desgraciada. —Las están asustando.

—No estoy de humor para sentarme a explicarte todo. —Murmuro.

—Tal vez pueda ayudar. —Suena tan buena que asiento con la cabeza.

—Conozco el padre de Arya. —Le digo devolviendo mi atención a la niña y Alison. —Es un maldito desgraciado. Supongo que Alison te contó lo que le dije.

Ella asiente y se cruza de brazos.

—¿Quién es? —Pregunta.

Y le cuento, dejándola confundida, la verdad me da igual si entienda o no, yo solo quiero tomar a Alison y  a su hija para llevármela conmigo lejos de toda esta mierda.

Finneas varios minutos después me avisa que los vuelos están listos y aún con todas la ideas saltando en mi cabeza me acerco a Alison.

—¿Qué demonios te pasa? —Me pregunta pegando más a Arya a ella. —Me estás asustando, tienes que decirme todo, ahora.

Me niego rotundamente. Puedo sentir un hueco en mi estómago al imaginarme lo que le hizo ese tipo hace cuatro años.

—Me tengo que ir a Los Angeles. —Le informo y acaricio su mejilla izquierda con mis manos. —No puedo decirte nada ahora, no sé como vayas a reaccionar, sería mejor que un doctor me oriente.

—¿De qué me estás hablando?

—Te han hecho mucho daño Alison. —mis ojos están húmedos por las lágrimas y los de ella igual, tiene miedo lo puedo percibir. —Debo saber que te pasó primero.

—Iré contigo. —Dice inquieta. —Prepararé mis cosas.

—¿Qué? ¡No! Tienes que quedarte, nadie debe saber que tú estás... Viva. —Murmuro sonriendo por sobre las lágrimas.

Ahora es cuando puedo decir que es cierto, que mi Alison está viva y justo ahora la estoy tocando, mis dedos sienten su suave piel, mis ojos la están mirando.

—Yo tengo que ir contigo, por favor, déjame ir contigo, tengo derecho, es mi vida. —Suplica y con su mano libre sostiene la que tengo sobre su mejilla. —Por favor.

Ante su tacto puedo sentir como me calmo al instante, sus ojos me miran directamente a los míos haciéndome volar la mente.

Trago saliba y muevo la cabeza positivamente, una pequeña sonrisa se forma en sus labios y aprieta un poco mi mano quitándola casi al instante.

—Freya, cariño, ¿podrías ayudarme? —su mano aún está sosteniendo la mía en el aire haciéndome temblar. —Ya vengo.

...

Miro como Alison le peina tiernamente el flequillo a Arya que se encuentra en medio de nosotras dos. Puede que la niña no tenga culpa de nada, bueno realmente no tiene, por lo que sería muy cruel de mi parte tenerle alguna especie de sentimiento, y aunque lo intentara no podría, la pequeña es una ternura, dulce e inocente.

En mi pielWhere stories live. Discover now