Capítulo 20: Everything I Need.

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Me sacudí el cabello intentando retirarle toda la arena que Billie me había lanzado mientras ella se reía a la orilla de la playa.

—Es muy incómodo Billie. —Gruñí acercándome a ella. —No quiero entrar, ya es de noche Billie, te hará daño.

—¿Eres mi novia o mi madre? —Preguntó dando pasos hacia atrás, el agua comenzó a sumergirla aún más y de momento ya le llegaba al pecho.

—Bien, me cansé. —Me rendí y di media vuelta para entrar a la casa. Estaba segura que me llamaría pero no lo hizo.

Volteé y ella no estaba, no lograba verla, solté un pequeño bufido y volví a la orilla.

—No es gracioso Billie, vamos sal. —Le ordené pero no lo hizo, el agua estaba en calma no daba indicios de algún forcejeo. Entré en pánico, ella no salía y comencé a imaginar un sin número de cosas. —¿Billie?

Dejé caer la toalla y corrí hasta el agua, salí a la superficie tras sumergirme, volví a repetir la acción pero no logré ver nada, podía sentir mis ojos arder ante las lágrimas.

—¡Billie! —Grité volviendo a la superficie, mis pies no lograban tocar fondo, de pronto algo agarró mis tobillos hundiendome con él, intenté a forcejear fue entonces cuando me rodeó por la cintura.

Comencé a toser cuando estuve en la superficie nuevamente. Pasé mis manos por mi cara y al abrir los ojos me encontré con Billie riéndose.

—Te odio O'Connell. —Murmuré pasando mi mano por mi cabello. —Me asustaste, creí que te habías ahogado.

La ojiazul me besó fugazmente en los labios y dió una pequeña vuelta con lentitud. Yo estaba sonriendo como boba viendo como volvía a sumergirse, a los pocos segundos volvió a la superficie y abrió los ojos pasando a mirarme fijamente.

La luz de la luna iluminaba el lado izquierdo de su cuerpo dándole un aspecto más angelical de lo normal, frunció los labios hasta darme una pequeña sonrisa. Mis manos fueron a sus caderas y tiré de ella hacia mí, nuestros pechos se encontraron y sin pensarlo mucho la besé en los labios.

Sus labios al igual que los míos estaban algo salados por el agua pero eso no importaba, llevó sus manos a mis mejillas y rodeó mi cintura con sus piernas a la vez que el beso aumentaba de tono.

Dejé salir una pequeña sonrisa cuando nos separamos intentando recuperar el aire a los pulmones.

—Te amo Alison. —Susurró pegando su frente a la mía.

Sentí como el mundo se detuvo de la nada. Mis latidos aumentaron considerablemente, probablemente ella los sentirá de tan deprisa que iban.

—Yo también te amo mi Ángel. —Le dije sintiendo como las lágrimas se deslizaban por mis mejillas y la adrenalina corría por mis venas. Abrí los ojos encontrándome con aquellos faroles azules. —Te amo.

—Te amo. —Repitió cerca de mis labios, me dió una última mirada a los ojos antes de volver a unir nuestros labios en un dulce, cálido y amoroso beso. —Quiero hacer el amor contigo.

Me reí ante sus palabras y besé rápidamente sus labios.

—Yo también. —Susurré.

En pocos segundos ya estábamos corriendo sobre la arena, abrí la puerta sin soltar su mano y con cuidado subimos al segundo piso. Las otras chicas estaban dormidas en una de las habitaciones, por lo que intentamos hacer el menor ruido posible mientras entrábamos a la nuestra.

Billie cerró la puerta con seguro e inmediatamente se quitó el bañador quedando tal cual su madre la trajo al mundo. Mordí mi labio inferior y comencé a desatar las tiras de mi bikini sin apartar la vista de ella en ningún momento.

En mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora