Capítulo 9: Mágica.

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Mis manos fueron al borde de su sudadera y sin pensarlo mucho lo deslicé por sus brazos dejando su pálida y fina piel expuesta. Billie me besó fugazmente antes de comenzar a quitarme el jersey, levanté los brazos y sentí sus labios en mi cuello cuando finalmente se deshizo la prenda.

Deslicé mis manos por su abdomen y la empujé sobre el colchón.

Miré la parte semidesnuda de su cuerpo que estaba debajo de mí, había suficiente luz en la habitación como para apreciarla bien. Su pecho subía y bajaba mientras respiraba con dificultad, deslicé mis manos por su hermoso abdomen hasta llegar a sus hermosos y grandes pechos mientras la miraba a los ojos, podía sentir como casi babeaba ante tanta perfección.

Sin pensarlo mucho comencé a dejar todo un camino de besos desde su cuello hasta sus senos. Ella se levantó un poco e inmediatamente le desabroché el sostén y lo quité dejando ante mí sus edurecidos pezones. Podía sentir como comenzaba a humedecerme bajo la ropa interior.

Sonreí y la besé con intensidad, me despegué bruscamente de sus labios para llevar los míos a sus senos, no dudé en llavarme uno a la boca mientras que con una mano acariciaba el otro y con la otra me abrí paso entre su pantalón comenzando a acariciar su parte íntima sobre la tela de sus bragas. Billie levantó una de sus rodillas y me frotó mi centro mientras soltaba varios gemidos. Tras lamer su pezón izquierdo fui a por el otro pero no logré hacerle nada porque con rapidez desató mi sostén y me hizo girar quedando sobre mí.

Me sonrió con lujuria y comenzó a lamer mis pechos provacando que soltara un leve gemido. Comenzó a bajar hasta el borde de mi pantalón y sin esperar más los bajó rápidamente y luego terminó de sacarmelos dejándome solo en las diminutas bragas. Me senté e hice lo mismo con los de ella quedando ambas a la par. Se posicionó entre mis piernas y nos besamos con más intensidad mientras nuestros centros rozaban, se escabulló entre mis bragas y comenzó a mover su mano lentamente hasta que fue aumentando la velocidad. Arqueé la espalda al perder el control total de mi cuerpo. Dejó mis labios y me miró a los ojos mientras bajaba por entre mis pechos.

Estaba muy húmeda, tanto que sus dedos se deslizaban con facilidad sobre mi centro, ella parecía disfrutarlo porque aumentó aún mas sus movimientos provocando que moviera involuntariamente mis caderas para sentirla más.

Sin darme cuenta ya estaba completamente desnuda ante ella, mientras sus manos se movían frenéticamente en mi zona sensible.

Con besos húmedos bajó hasta que sentí sus labios muy cerca de mi sexo, me miró antes de besarlo y pasar su lengua con devoción por mis pliegues. Mordí mi labio inferior disfrutando aún más de su boca, lo hace tan bien, de abajo hacia arriba, en en círculos y me penetra suavemente con la punta de su mágica lengua y si no lo es, entonces no sé como diablos llamarla.

Encorvé la espalda cuando sentí sus dedos amenazar en mi entrada. Le rogué desesperada, por lo que me sonrió y tras humedecer sus labios se acercó nuevamente y sin despegar su boca metió dos dedos en mi húmedo centro, comenzó un suave bombardeo seguido por un tercer dedo dentro de mí.

Sus dedos entraban y salían con rapidez, gemí con fuerza y clavé mis uñas en su hombro mientras que con la mano izquierda me aferraba las sábanas como si mi vida dependiera de ello, en realidad necesitaba algo más fuerte a lo cual aferrarme. Ella levantó la cabeza y me miró sin dejar de entrar con fuerza en mí, pude ver que al igual que yo lo disfrutaba, sentí como beso mi bajo vientre, mis piernas comenzaron a temblar y ella las inmovilizó con su mano y su cuerpo sin dejar de penetrarme, sentí la liberación tan fuerte que me aferré con fuerza a sus hombros sin poder despegar mis ojos de los suyos. Estaba respirando con fuerza tanto que podía sentir un pequeño dolor en el pecho. Sus movimientos y lamidas no cesaron a pesar de que había llegado al orgasmo, provocando que no lograra recuperar el aliento.

En mi pielUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum