Capítulo 50: Cadenas.

601 40 45
                                    

Paso tras paso, y con cada uno puedo sentir como la carga sobre mis hombros se va liberando permitiendo que mi cerebro se sienta más ligero. Antes de sentarme doy una rápida mirada en dirección a la otra mesa, pero no me tomo mucho tiempo haciéndolo.

—La Juez Mary Burns ha adelantado el juicio, pautado para dentro de un mes y dado los sucesos recientes... —Lo siguiente es escuchar artículos, la presentación de los demás jurados y finalmente un recuento.

Lilian es la primera en hablar, sin interrupciones de los demás abogados pidiendo apelaciones, solo se han quedado sentados escuchando, pero cuando Lilian culmina y regresa a su lugar junto a mí, el fiscal que me insultó en el anterior juicio se levanta mirándome fijamente.

—¿Puedo interrogar a la señorita Martínez?

Miro a Lilian inmediatamente, rogando que intervenga.

—Disculpe su señoría, pero mi clienta ya no tiene nada más que decir, así que las preguntas de los demandados...

—¿A caso ocultan algo? —Le interrumpe el hombre apoyando las palmas de sus manos en la mesa justo frente a mí.

—Mi trabajo se caracteriza por la transparencia, a diferencia de usted, gran Hudson. —le dice Lilian, no obstante él continúa mirándome intentando leerme.

—Entonces no veo el problema de que subas a responder algunas preguntas, con el permiso de su señoría.

Ruego que no, simplemente no quiero, tendría que decir la verdad y podría arriesgarlo todo, pero como la suerte nunca ha sido mi fuerte, la juez lo permite. Lilian se imaginó que pasaría y me pidió ser sincera, sin embargo la sinceridad en ocasiones no es apropiado.

—Fuiste por voluntad propia a ver a mi cliente...

—Corrección señor Hudson, fui a llevar a mi hija con su padre, tras petición de su cliente que usted personalmente fue a comunicar a mi abogada. —El abogado alza las cejas, al parecer esperaba que reaccionara como la última vez. —¿Lo recuerda?

—Sí, personalmente fui a verla. —responde volteando a verla por pocos segundos antes de dirigirse a la juez. —Pero solo solicitamos ver a la niña, no a su madre, quien se presentó y se encerró a solas en la oficina con mi cliente, ¿me equivoco?

Miro a Lilian quien alza las cejas y solo asiento con la cabeza como respuesta, no estaba muy asustada, Lilian me había asegurado que no tendrían nada más que usar en su defensa que pueda ser en mi contra, pero que lamentablemente solo podría ir a la cárcel William por lo sucedido en su casa.

—Su señoría, no sé a que quiere llegar el señor Hudson con sus preguntas, me temo que se ha quedado sin defensa. —La sonrisa que Lilian le ha dado al abogado me hizo sentir segura y más tranquila.

—La defensa es que ustedes han hecho un arreglo para llevar a mi defendido a tal punto. —Lo miro con seriedad, intentando no demostrarle ningún sentimiento. —Lo arreglaron todo para hacer ver que el señor William intentó abusar nuevamente de ti, porque sabías en el fondo que vas a perder.

—No es una competencia señor Hudson, ni una carrera donde el más fuerte o veloz gana, es la ley de la vida que te juzga por tus acciones. —Le digo mirando hacia la mesa donde estaban los tres, e al mirar al frente lo veo a Michael recién entrando. —No puedes esperar flores, si envías balas.

—Alison, vuelva a su mesa. —me pide la juez tomando unos cuantos documentos para leerlos. Cuando estoy nuevamente en mi lugar miro atrás haciendo contacto visual inmediatamente con Michael.

Siento como se me eriza la piel, todos esos horribles recuerdos invaden mi cabeza sin poder mover la mirada de él, siento las lágrimas en mis ojos, pero no voy a llorar. Billie detrás de mí, al notar que no muevo la vista de la puerta, decide mirar también. El rostro de la ojiazul se torna notablemente rojo a la vez que intenta tomar mi mano sin apartar la mirada.

En mi pielजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें