Capítulo II

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Y todo se fue a la reverenda mierda.

Durante sus años de fama, conoció a un sinfín de celebridades. Mujeres guapas y hombres jodidamente guapos. Pero para él, sólo existía uno por sobre todos.

Xiao Zhan.

El conejito de hermosa sonrisa brillante, quien sacudió su mundo entero cuando por primera vez intercambiaron palabras y risas. El mismo de quien se enamoró perdidamente, llevándolo luego de tanto tiempo sin verse cuando acabó la era The Untamed, sumando a la separación por las leyes de su país y por último la pandemia, a confesársele directamente.

Wang Yibo le admitió que lo ama y un sinfín de cursilerías. Xiao Zhan, siendo un hombre ya vivido, lo rechazó sutilmente. Sin embargo luego de acabar irritándolo, toda la amabilidad que algún día tuvo con él se fue por donde no llega el sol. Su Zhan-Ge se fue furioso pidiéndole no volver a ver su cara.

Ah, eso fue doloroso.

Pero dejemos la depresión de lado. A lo que Wang Yibo quiere llegar, es que, en su vida había visto un hombre tan hermoso como el que se encuentra parado justo frente a él, mirándolo muy, demasiado intensamente, hablándole bastante preocupado y...

Oh.

—Wei Ying —pronunció el hombre de ojos dorados, tan extremadamente hermoso. Wang Yibo sintió que su virilidad fue amenazada. ¡Ese sujeto lo acaba de hacer sentir como nunca, un total pasivo! ¡Y tan sólo pronunció su nombre!, bueno, el nombre que se supone está utilizando ahora.

Wang Yibo tosió un par de veces antes de responder. —Ah, Lan Zhan...

¿Cómo es que Xiao Zhan podía hacerlo con tanta naturalidad? Que él llame con ese nombre a otra persona, que se supone alguna vez fue él mismo, lo hace sentir tan malditamente extraño.

Jiang YanLi desde un costado habló. —A-Xian parece estar mejor. Los dejaré para que charlen, muchas gracias Segundo Maestro Lan por cuidar de mi shidi.

Ella se inclinó levemente al igual que el joven, para luego marcharse y dejándolos, a los dos, completamente solos. Wang Yibo quería morir otra vez. Sobre todo porque Lan Wangji no le había quitado la mirada de encima, como si intentara atravesarlo.

¿Atravesarlo? ¿pero de qué forma?

¡No! ¡Ya basta Wang Yibo! Se supone que ahora mismo eres el temible Patriarca de Yiling, no has reencarnado aún en el cuerpo de Mo Xuanyu para sacar a flote tu lado manga-cortada. Aunque, ¿no estaba ya Wei WuXian enamorado de Lan Wangji? Simplemente el sujeto era un hombre al que se le vino el mundo encima que ni tiempo de meditar sobre sus sentimientos tuvo, y cuando fue devuelto a la vida, recién pudo comprender que podría amar a otro hombre. 

¿Tendrá que pasar por lo mismo?

Oh no. Claro que no. Él definitivamente no estaba dispuesto a morir nuevamente ¡ni loco! Además, es un mundo de cultivadores, espadas voladoras y poderes ¡eso estaba de lujo! Aunque se preguntaba si tal vez, pueda manejar la energía resentida como Wei WuXian.

—¿Debería practicar con la flauta? —murmuró pensativo.

—Wei Ying... —escuchó nuevamente la voz del otro hombre. Y tuvo que contener el impulso de chillar como nena. Jamás se había sentido tan intimidado por un hombre, nunca en su perra vida alguien lo hizo sentir tan...tan, pasivo x2.

—¿Qué sucede, Lan Zhan? —él miró a Lan Wangji cara a cara, creyendo que podría ser más valiente. Aunque lo consiguió, no pudo evitar quedar impresionado por la belleza del hombre ¿qué clase de mundo es este? ¿por qué es sobrehumanamente hermoso?

Tᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ sɪᴍᴘʟᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Transmigración) [EN PAUSA]Where stories live. Discover now