Tᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ sɪᴍᴘʟᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Transmigración) [EN PAUSA]

Capítulo XIX

Tan pronto como se hicieron todos los saludos formales, el médico fue llevado para examinar a la paciente.

Nie Deming, el médico más antiguo de QingheNie, le hizo un examen completo a Wei MuLan bajo la observación de todos los presentes. Aunque se preguntaba por qué su Líder de Secta junto a su Joven Maestro estaban presentes cuando sólo necesitaba a los familiares de la chica, no hizo algún comentario al respecto cumpliendo su labor profesionalmente.

Wang Yibo por su parte, mantenía un semblante lleno de inquietud, siendo apoyado en silencio por la mano de su amado quien lo sostenía firmemente de la cintura. Lan Wangji prácticamente lo atrajo hacia sí mismo como si no quisiera mantener siquiera un centímetro que los separara. Además, claramente había notado la preocupación del más joven por la adolescente y qué sería de su diagnóstico.

Un tiempo después, Nie Deming había terminado el examen a la Joven. Él lucía entre solemne y ligeramente preocupado cuando se dirigió a Wang Yibo, hablándole con un tono neutro. —Tal y como sospechaba. La Segunda Joven Maestra Wei ha sido envenenada por "Yáng de fěng".

Dentro de la habitación, todos contuvieron la respiración. A Jiang YanLi se le escapó un suave sonido de "Oh", con sus ojos tan abiertos por la sorpresa al igual que su hermano. Wang Yibo por su parte, pareciera que no escuchara nada a su alrededor quedando petrificado en su lugar mirando a la nada misma.

Lan Wangji se giró hacia su amado con preocupación. —Wei Ying...

Como si la voz del Jade hubiese sido lo que rompió el inexistente hechizo sobre el nigromante, Wang Yibo parpadeó en su dirección. Tenía la mirada en blanco, sin poder digerir lo que había escuchado. —Lan Zhan...A-Lan... —inhaló brusco— ella....¿tiene que dormir con alguien?

Todos, a excepción del médico obviamente sintieron el calor por la vergüenza ante la implicación de aquellas palabras. Después de todos, es de conocimiento masivo la supuesta cura para dicho veneno. Sin embargo, también se está hablando sobre la honra de una persona que claramente, jamás ha sido tocada por un hombre antes de esa manera; es de esperar que Wang Yibo no solo esté aturdido, sino que además con el instinto sobreprotector de hermano mayor iniciando la labor de hacer hervir su sangre.

Jiang YanLi se dio cuenta obviamente de la angustia de su shidi, acercándose a él para tomarlo de la mano. —Oh, A-Xian.

Wang Yibo se volvió a ella, aún perdido. —Shijie...Lanlan... ella aún es una niña.

Nadie esperaba que el temido cultivador demoníaco luciera como si en cualquier momento rompería a llorar. Aunque entendible, en vista de que, literalmente debía entregar a su hermana adoptiva a los cerdos si quería impedir que fuera asesinada por el maldito veneno. ¿Por qué tenía que ser justamente esa la única cura existente en este mundo?

El médico Nie, habló. —Es razonable su preocupación, Joven Maestro Wei. Sin embargo, no hay otra salida si quiere impedir que la Señorita Wei muera.

—¡Por supuesto que sí, Doctor Nie! —Wang Yibo agitó su cabeza con frenesí— entiendo perfectamente esto. Es solo que, no me lo esperaba para nada.

El hombre, le dio una suave sonrisa. —No se preocupe, seguramente tratándose de usted hallará otra solución. La Señorita Wei tiene tres lunas como mínimo antes de que el veneno se salga con la suya, tiene todo ese tiempo para encontrar a la persona indicada que esté dispuesta.

Con aquella declaración, pareciera ser que le hubiesen quitado un gran peso de encima. Wang Yibo se inclinó frente al Nie. —Muchas gracias por sus servicios, Doctor.

—Nada de eso, muchacho. Para eso estoy —luego, añadió— por último, solo debe darle dos infusiones. Una de Valeriana y otra de Diente de León para aliviar los síntomas de ansiedad, y así también ayudar a eliminar los residuos de la maldición.