Tᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ sɪᴍᴘʟᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Transmigración) [EN PAUSA]

Capítulo XVII

¡Lo prometido es deuda! 😉

¡Preparen pañuelos y lubricante!

Les aconsejo que tengas las manos bien lavadas y las uñas cortas para impedir molestias 😉 XD

Sin más que añadir. ¡Que disfruten del capítulo!

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Wei MuLan fue dejada durmiendo en la habitación contigua a la de Wang Yibo. De esa manera, en caso de cualquier emergencia, no necesitaría recorrer demasiado trayecto para ir en ayuda de su hermana. Mientras tanto, él y Lan Wangji buscaban algún otro método para romper la maldición en lo que llegaba la respuesta de los Nie.

Esperaba que encontraran algo pronto. Quizás, qué males esté sufriendo la niña teniendo esas espantosas pesadillas.

Además, era bueno que tuviesen este tiempo con Lan Wangji. Ya que Wang Yibo tenía un muy importante tema a tratar con el Jade; y, ahora que estaban los dos a solas. ¿No sería el momento perfecto?

Armándose de mucho valor el joven, fingiendo indiferencia, comentó como si nada mientras leía un libro. Él retomó naturalmente la charla en la que habían quedado. —¿Sabes de lo que me di cuenta sobre la persona desvergonzada que me atacó, Lan Zhan? Claro, además de que tanto él como yo disfrutamos ese beso.

Los movimientos de Lan Wangji se detuvieron por unos momentos como si estuviera procesando sus palabras para comprender de qué estaba hablando. Luego, continuando con su escritura, dijo. —¿Qué es?

—Su aroma —Wang Yibo respondió, todavía sin mirarlo—...tiene un aroma bastante peculiar y único. Nunca lo había percibido en alguien más.

Lan Wangji tragó en seco. —¿Aroma?

—Correcto. Aroma.

—¿Qué era ese aroma?

Wang Yibo tarareó complacido, alzando la mirada en dirección al Jade; para peligro de su corazón, este último ya lo estaba mirando de vuelta. Y era en definitiva una opresora mirada ardiente que podría hacer temblar las piernas a cualquiera. Así que, estuvo decidido a dar el siguiente paso.

Cerró el libro que tenía en manos, dejándolo a un lado. Wang Yibo se arrastró hasta posar sus dos manos sobre el escritorio que Lan Wangji estaba usando, recargándose en este. Todo aquello, sin romper el contacto visual con el Segundo Jade.

Fue increíble que pudo hasta percibir el cambio en la respiración del mayor; esta persona que tenía delante suyo, prácticamente estaba presionando sus dedos sobre la madera del escritorio provocando que crujiera. Todo a causa de la peligrosa cercanía que estaban compartiendo.

Una sonrisa se curvó en los labios de Wang Yibo. Inclinándose hasta quedar a escasos centímetros del rostro de Lan Wangji, pronunció con ronquedad. —Sándalo.

Lan Wangji exhaló brusco. —Sándalo.

—Sándalo —Wang Yibo repitió. Sus grises ojos oscureciéndose— mi aroma favorito. El aroma que fue capaz de embriagarme hasta dejarme estúpido. Capaz de enviarme a las nubes, hacerme sentir seguro, enloquecerme. Capaz de...