Tᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ sɪᴍᴘʟᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Transmigración) [EN PAUSA]

Capítulo XV

Cuando la formación ecuestre de cada Secta había hecho ya su entrada, con unas alegres Jiang YanLi y recién nombrada Wei MuLan lanzando flores a sus hermanos; en donde de hecho la Inmortal había lanzado descaradamente flores a los Gemelos Jades y el Líder de Secta Nie; recién dieron inicio a la cacería.

Wei MuLan se había emocionado a mil cuando su Hermano Xian dio en el blanco con las cinco flechas a ojos vendados. Efectivamente, no fue la única llena de euforia. Aunque la que sentía Lan Wangji claramente difería con la suya.

Pero volviendo a lo importante.

Wei MuLan siguió de lejos a su Hermano cuando el estúpido adefesio de nombre Jin Zi-algo le insistió en usar la venda para cazar. Cosa que Wang Yibo no dudó un segundo en aceptar, seguro de sus capacidades. Ella quería presenciar en primera fila el descontrol del Segundo Jade de GusuLan, para luego ver cómo Wang Yibo se ponía su mascara de payaso al darse cuenta de lo enculado que está HanGuang-Jun con él.

De sólo pensarlo ya la estaba haciendo retorcerse de la risa.

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Por su parte, Wang Yibo no estaba preparado para dejar salir a flote su lado de idiota. ¡No era necesario armar tal espectáculo! Pero ese Jin Zi-algo, primo de mierda del pavo real, ya mucho le había provocado como para soportarlo y no hacer algo como ridiculizarlo con la finalidad de quitarle su estúpida sonrisa de comemierda.

Wang Yibo cumplió feliz y engreídamente su objetivo, por lo tanto, no se sintió resentido ni nada con el tipo cuando le insistió en ir a cazar con la venda aún en sus ojos. El joven hasta daba saltitos de alegría, incapaz de ser perturbado por nada ni nadie.

Entonces, optando por además, cambiar un poco la situación, Wang Yibo ni siquiera se molestó en usar a Chenqing para atraer a las bestias. Dejó que los discípulos Jiang y su shidi hicieran su trabajo sin ser opacados por su intervención. Además, estaba realmente agotado mentalmente por toda esta mierda. Poco tiempo ha tenido para sí mismo, y reflexionar sobre muchas cosas.

Por eso, a ciegas buscó un árbol para sentarse a descansar, y esperar a que la cacería llegase a su fin. No obstante, Wang Yibo se dio cuenta de que había olvidado un importantísimo detallito demasiado tarde.

Una vez que se acomodó sobre una rama, tarareando una canción que se encuentra plasmada en sus recuerdos, Wang Yibo oyó el crujido de las ramas. Lo que significaba, que alguien se estaba acercando a donde él yacía acostado.

Sin embargo, al no percibir la maldad del esa personas, no le tomó mayor importancia y se mantuvo tranquilo en su lugar.

Fue cuando sintió al visitante cerca de su árbol, que optó por hablarle. —¿Estás aquí por la cacería?

Pero en cambio no recibió respuesta absoluta. Esto lo desconcertó un poco debido a lo familiar que le parecía la situación, y a la vez inculto que esa persona ni siquiera tuviese la cortesía de responderle aunque sea para aparentar.