Capítulo V

3.6K 558 216
                                    

Wang Yibo había perdido la cuenta de cuántos días llevaba en la Profundidad de las Nubes. El lugar era tan silencioso y tranquilo, que lo hizo sentir en casa.

Si bien a Wang Yibo le gustan muchas cosas alocadas como fiestas, correr en moto, bailar o rapear. También es amante de la total calma.

Su primer día en el lugar, fue llevado directamente al Jingshi antes de ser llamado por el Líder Lan y Lan QiRen. Este último lucía realmente impactado. A tal grado que Wang Yibo jura estaba por sufrir un derrame cerebral por la conmoción.

Todo por el hecho de que él, Wei WuXian, se había comportado.

No pueden culparlo. Es algo natural.

Cuando come, lo hace en silencio porque la mayoría de las veces está pegado en su teléfono, distrayéndose del entorno. Sin embargo en este lugar no cuenta con ello, ni menos temas para charlar. Por eso disfrutó del té en silencio, escuchando la charla entre el adulto y sus sobrinos.

Hasta que salió en el cuento, por boca de Lan Wangji.

—La Señorita Jiang y el Líder de Secta, me permitieron limpiar a Wei Ying —pronunció con calma.

Lan QiRen lucía complacido. —Me parece una buena decisión. El camino torcido es antinatural y nada moral..

—Tío —lo interrumpió Lan XiChen, viendo la incomodidad en el rostro de su hermano—...no creo que sean necesarias las represiones, cuando fue algo utilizado para ayudarnos a ganar las batallas.

—XiChen, no puedes estar aceptando tan fácilmente algo como esto. Si no mal recuerdo, ni siquiera ha cargado su espada desde entonces. Solo se ha adherido a su camino blasfemo. —el hombre cabra estaba rojo de la indignación, y Wang Yibo estaba con toda fuerza de voluntad conteniendo las ganas de echarse a reír. Oh demonios, no pensé que hacer enfadar a Lan QiRen sería tan divertido.

La verdad es que las palabras de reproche lo tenían sin cuidado; después de todo, solo él sabe lo que hay en su corazón y por qué Wei WuXian siguió ese camino. Puede que el verdadero Patriarca de Yiling se haya culpado por ello; sin embargo, Wang Yibo está consciente de que realmente las cosas no son de esa manera. En cierta forma, le enferma pensar en las palabras de Madam Yu en contra de Wei Ying. Como si su vida no valiera nada, todo por sus estúpidos celos enfermizos y poca dignidad tanto de madre como mujer.

Algo tan patético e infantil, descargar sus fracasos con un niño inocente. Qué risible.

Sus pensamientos fueron sacudidos, cuando notó por el rabillo del ojo cómo Lan Wangji yacía tenso e impotente, de puños cerrados sobre sus túnicas. Wang Yibo decidió que era momento de intervenir, para no causarle más dolor al hermoso Jade; aunque no sabe qué demonios lo llevó a poner una de sus manos sobre las de Lan Wangji, dándole su apoyo moral.

Si bien sus manos estaban ocultas bajo la mesa, para el ojo biónico de Lan XiChen no fue un impedimento para notar. Él disimuló su sonrisa, ocultándola detrás de su taza de té. Y por supuesto Wang Yibo se obligó a contener su rubor para hablar.

—Maestro Lan, déjeme decirle que tiene toda la razón de enfado por mis decisiones. Agradezco a Lan Zhan por darme su ayuda, cuando nadie se atrevió a hacerlo por temor a acercarse a mí, porque todos pensaban que realmente estaba disfrutando de esto, pero se equivocan —tomó aire, y luego de meditarlo unos momentos lo soltó—...si recurrí al cultivo demoníaco, no fue por decisión sino que por carencia de opciones.

Lan QiRen frunció el ceño. —¿Carencia de opciones?

Wang Yibo asintió. —Fui lanzado a Túmulos Funerarios sin un núcleo dorado.

Tᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ sɪᴍᴘʟᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Transmigración) [EN PAUSA]Where stories live. Discover now