Tᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ sɪᴍᴘʟᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Transmigración) [EN PAUSA]

Capítulo XIV

Cuando llegó la cacería en la Montaña Baifeng, Wang Yibo y Mu Lan habían entrenado lo suficiente como para competir como miembros de GusuLan. Aunque el primero de ellos de por sí debería unirse a la Secta YunmengJiang luego del acuerdo que tuvo con su shidi en la última carta que se escribieron, también haría lo posible por ayudar a la niña que iniciaba su entrenamiento como cultivadora.

Mu Lan por su parte estaba demasiado ansiosa, para extrañes de Wang Yibo y Lan Wangji. Ella lucía como si, algo magnífico iría a ocurrir durante aquel evento.

Qué iban a saber ello que la inmortal brincaba internamente de alegría porque es en aquella cacería que Lan Wangji le robaría su primer beso a su Hermano Xian; entonces, contando con la mala memoria de Wang Yibo, es obvio que él sería ignorante a ese suceso. Y, como buena hermana pequeña que es, Mu Lan no le mencionaría el tema.

—Es bueno volver a verte, A-Xian. Te ves tan saludable —dijo Jiang YanLi con una sonrisa acuosa, acariciando la mejilla de Wang Yibo—...el Segundo Maestro Lan se ha ganado mi profundo aprecio.

Wang Yibo sonrió ampliamente. —¡Shijie! Lan Zhan todos los días cuidó bien de mí. ¡Él me consciente en todo!

—Me alegra que así sea, A-Xian —por alguna razón, Wang Yibo vio en Jiang YanLi la misma mirada que la Hermana Xuan Lu y la Hermana Meng Ziyi tenían cada vez que interactuaba con Xiao Zhan.

Una voz desde un lado se oyó. —Entonces, eso significa que tu trasero está listo para ayudar a reconstruir el Embarcadero del Loto.

Habiendo esperado algo parecido, Wang Yibo no se sintió ofendido. Por ello, se volvió en dirección al Líder de Secta. —¡Ah, Jiang Cheng! Sabía que me extrañabas, pero no imaginé que lo expresarías en voz alta.

El rostro de Jiang Wanyin se contorsionó en ira. —¡Quién te extrañó!

Lan Wangji y Mu Lan que observaban la interacción entre los hermanos Jiang y Wei WuXian, simplemente parpadearon ante la evidente vergüenza del Líder de Secta Jiang. Aunque la adolescente, escondió su carcajada detrás de una falsa tos.

—Es todo un gato huraño sin su hierba para gatos —comentó la inmortal.

Lan Wangji lucía confundido. —¿Hierba para gatos?

—Correcto —respondió divertida— existe un tipo de drogas por medio de hierbas para los gatos. Tal parece que el Líder de Secta Jiang necesita un poco de ella; solo míralo, parece un gato estreñido. Necesita soltar sus esfínteres de lo contrario...

—Mu Lan —si bien era un reproche viniendo de Lan Wangji, había una clara nota de diversión en su tono de voz aunque mantenía su rostro impasible.

La menor se rio. —Ok, ok. Me comportaré, HanGuang-Jun.

Lan Wangji únicamente resopló. Se había acostumbrado todo este tiempo a las ridiculeces de la niña, como para entender un poco su mentalidad. Por lo tanto, sabía que sus comentarios burlescos no eran maliciosos.

Ella, en realidad, era una versión mucho más desvergonzada de su Wei Ying, pero que comparten el mismo corazón.

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