Capítulo XI

2.6K 478 233
                                    

Después del rescate a los Wen y Xiayu Nuan en Shangluo, de inmediato se trasladaron a Gusu. Ahí, fueron tratados en caso de lesiones, mientras a la niña la acomodaron en el ala médica puesto a que aún seguía inconsciente cuando llegaron.

Wang Yibo no se despegó ni un solo segundo de la menor, ansioso por saber qué fue lo que sucedió para que ella estuviese en ese mundo. Se supone que, como la creadora de este mismo, ella controla las cosas desde afuera

Es decir, su propio mundo.

Xiayu Nuan nunca le mencionó que podía materializarse en los mundos de su propia creación. De hecho, está cien por ciento seguro de que es la primera vez que algo como aquello sucede. Pero bueno, solo espera que la mocosa esté bien.

Lan Wangji por su parte, no estaba en absoluto contento con este giro de los acontecimientos. Quién era aquella doncella por la cual Wei WuXian se preocupaba tanto, lo estaba llenando de intrigas como inseguridades.

Él vio como trató a la menor con tanto afecto, cargándola incluso en sus brazos de manera sobreprotectora. Y desde entonces, ni un solo segundo se ha alejado de ella.

Por lo tanto, HanGuang-Jun decidió que no le agradaba.

—Wei Ying...

Wang Yibo parpadeó, volteando en dirección a la puerta. Lan Wangji estaba parado sosteniendo una bandeja con comida. —Lan Zhan, ¿qué te trae por aquí?

El Jade ingresó, dejándola sobre la mesita. Él respondió en un tono uniforme, por el cual no se notaría su amargura interna. —Wei Ying se saltó nuevamente el almuerzo.

—Oh, ¡Juro que no fue a propósito Lan Zhan! —Wang Yibo se sintió realmente apenado por preocupar al otro Joven. Juntó sus manos con una ligera sonrisa, sentándose frente a la bandeja—...Lo siento por hacerte venir hasta aquí; no era necesario que lo hicieras, Lan Zhan; tienes cosas más importantes de qué preocuparte.

Lan Wangji parpadeó lentamente. —No hay necesidad de disculparse. —dijo acomodándose del otro lado de la mesa—...no hay nada más importante que la salud de Wei Ying.

Wang Yibo se quedó sin aire. El color pintó sus mejillas y nariz, mirando al Jade con ojos alarmados. Él murmuró para sí mismo, tomando los palillos comenzando a comer con la finalidad de desviar su vergüenza. —¿Cómo puedes decir cosas de ese tipo con un rostro tan serio?

Lan Wangji miraba al más joven con diversión bien oculta. Si ser así de directo provocaría tales reacciones en Wei WuXian, valdría la pena cambiar ciertos aspectos sobre su limitación de habla.

Wei Ying se ve adorable sonrojado.

—¿Cómo sigue? —optó por preguntar, para parecer interesado. Viendo que esa persona era importante para Wei Ying, no había otra opción para Lan Wangji.

Wang Yibo tragó lo que tenía en boca, antes de girar en dirección a la cama en donde yacía la menor; él respondió. —Igual. Ni siquiera ha dado señales de que despertará —sonaba angustiado— ¿crees que lo haga, Lan Zhan? Xiayu Nuan no es una experta en ese tipo de conjuros, de hecho, me sorprende que haya sido capaz de llevar a cabo algo de tal magnitud —su ceño se frunció— es una mocosa imprudente.

Lan Wangji parpadeó, y una pisca de irritación cubrió por unos momentos sus ojos. Tan pronto como apareció se fue como una estrella fugaz. En lugar de responder a esa pregunta, él cuestionó. —¿Quién es ella?

Wang Yibo de pronto volvió hacia el jade perdido. —¿Uh?

—¿De dónde la conoces?

Aunque, extrañado por la repentina pregunta, Wang Yibo de todas formas respondió con calma. Era una historia que se habían armado ambos entre charlas que tenían constantemente. Solo en caso de que llegara a requerir su presencia física si fuese posible, sacarían a flote este supuesto secreto. —Xiayu Nuan, es como una hermana pequeña para mí; ella conocía a BaoShan SanRen.

Tᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ sɪᴍᴘʟᴇ ᴅᴇsᴇᴏ (Transmigración) [EN PAUSA]Where stories live. Discover now