« Aléjate de mí || H. Hyunjin »

Thirty three

—¿Min? ¿Segura que estás bien?— preguntó Felix algo preocupado.

—Sí, por supuesto— fingí una sonrisa. Andaba muy distraída últimamente.

La verdad es que no estaba bien. Desde el otro día que me regresé a mi casa, me sentía mal. Me dio un gran bajón. Estaba en esos momentos en los que no sabía qué hacer con mi vida. Necesitaba un respiro. Y sí, sé que hace poco me fui de viaje y vaya que sí me ayudó, pero creo que no fue suficiente. Necesitaba tiempo conmigo misma o no sé. No quería decirle a nadie cómo me sentía. Prefería callarme las cosas. Porque eso de andar diciendo o mostrando tus sentimientos como si nada, era un asco. Al menos para mí. Me hacía recordar mi horrible pasado. Gracias a eso, mejor decidí callarme todo. Pero ya vi que sí me estaba afectando un poco.

—Puedes contarme lo que sea. Jamás te voy a juzgar. Incluso, tal vez pueda ayudarte, si es que me lo permites— me sonrió con ternura.

—Estoy bien, lo juro— tomé su mano y la apreté levemente. Él sólo me miró algo dudoso al principio, luego se relajó un poco y asintió sonriendo.

A los pocos minutos se escucharon unos toquidos en la puerta y me paré rápidamente a abrirla. Me encontré con un sonriento Kevin.

—Señorita Park ¿qué tal?— me dio una gran sonrisa y seguido de eso, me abrazó.

—Señorito Moon, todo genial ¿usted qué tal?— le hice un ademán con mi mano invitándolo a pasar, lo hizo y enseguida cerré la puerta.

—Todo perfecto— fue directo a la sala y se encontró con Felix. Ambos se saludaron gustosamente. Me senté en medio de ambos y platicamos durante un rato mientras comíamos un poco de comida chatarra. Sí, había invitado a mis 2 amigos a mi casa a no hacer nada.

—Jum ¿están aburridos?— dijo Felix algo pensativo mirando hacia la nada.

—Algo ¿por?— dijimos Kevin y yo al mismo tiempo. Nos volteamos a ver inmediatamente y sonreímos.

—¿Otra vez copiándome?— dijimos al unísono y volvimos a reír.

—Vaya, ya vi que sí comparten la misma neurona— se burló el pecoso.

Kevin y yo nos encogimos de hombros y reímos.

—Bueno— arqueó la espalda rectamente y nos miró. —¿Quieren ir a divertirse? Conozco un buen lugar— sonrió de lado.

Nos miramos los 3 fijamente durante unos segundos y seguido de eso asentimos gustosos.

—Iré por mi auto, ya vengo— Kevin salió inmediatamente de ahí y regresó como a los 5 minutos. Hizo sonar el cláxon e inmediatamente salimos. Me aseguré de cerrar bien mi casa y luego subí a la parte trasera del auto. Felix fue de copiloto.

[.]

—Oh por dios— exclamé en cuanto llegamos. Miré embobada todo el lugar.

—Primero que nada— habló Felix. —Quiero que nos divirtamos a lo máximo. Y más tú, Min. Se nota que no estás bastante bien, aunque no quieras decirlo— me dio una mirada que no pude descifrar. Y gracias a eso, Kevin rápidamente volteó a verme algo preocupado. Con sus ojos intentó preguntarme qué es lo que me estaba pasando. Evité su mirada.

—Ya te dije que estoy bien, lo juro— hablé. —Tal vez sólo estoy algo estresada porque ya vienen los exámenes finales. Sí, es eso— bufé.

Los chicos me miraron mal, pero decidí ignorarlos. Veníamos a divertirnos ¿o no? Bueno, eso me aseguró Felix. Así que no era hora de andar pensando otras cosas. Hora de divertirse.