Twenty one

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Desperté algo nerviosa. Tenía escuela. ¿Saben qué significa eso? Así es, tenía que ver a Hyunjin. ¿Y si hoy me decía lo que tenía que haberme dicho ayer? La verdad, esperaba lo peor, viniendo de Hyunjin, sí. Entonces, si ya me espero lo peor ¿Por qué me pongo nerviosa?

*Acéptalo Min, aún te sigue gustando Hyunjin*

Odiaba a mi voz interior, porque en cierta parte tenía razón, creo que aún me gustaba un poco Hyunjin, porque en verdad es muy difícil superar a alguien por quien sientes algo muy fuerte.
Muchos me decían que tenía una obsesión con él y llegué a aceptarlo, porque sí lo tenía, pero una parte muy pequeña. Conozco a Hyunjin desde hace dos años, lo vi hacerse popular, vi casi todo de él, sus comportamientos, sus enojos, cuando se ponía feliz, triste, vi muchos aspectos de él y eso fue lo que más me enamoró. En verdad estoy muy arrepentida de todo lo que hice en el pasado, el haberlo "acosado" o molestado tanto, quería llamar su atención, porque sé que si no hacía nada, jamás se iba a fijar en mí, pero creo que resultó peor, él me odia. En verdad estoy tan arrepentida, pero ya no puedo cambiar las cosas. El pasado jamás va a cambiar y tenemos que aprender de ello, son lecciones de vida. Y aprendí a la mala, él me llegó a humillar, a decirme cosas, cosas que en verdad me dolieron, pero fue lo que pagué, por todo lo que le hice. Auch.

Las clases pasaron rápido y ya era la hora de salida. No vi por ningún lado a Hyunjin, creo que no vino a la escuela, porque en las clases que compartimos, nunca se presentó. Tampoco vi a Kevin o Hye, ya casi no he hablado con ellos. Incluso, ni vi a Kira. Todo es muy raro.

Estaba a punto de dar vuelta por la calle en donde vivo cuando vi a Hyunjin venir corriendo hacia mí.

—¿Qué sucede? ¿Todo bien?— le pregunté algo asustada.

—Sí, sólo que ya no te encontré en la escuela y decidí venir hasta acá a ver si te encontraba antes de llegar a tu casa y sí, aquí estás— dijo algo agitado y con las manos en sus rodillas.

—¿Qué necesitas? Llevo prisa— dije algo nerviosa. Oh no, aquí vamos de nuevo.

—Te dije ayer que quería hablar contigo, y te fuiste— me vio directamente a los ojos.

—No sé de qué quieres hablar, no tenemos nada de qué hablar— 

—Tal vez tú no, pero yo sí— suspiró. —Es algo complicado, no soy muy bueno hablando— se rascó la nuca.

No dije nada y mejor decidí mirar a otro lado, estaba muy nerviosa ¿Qué me irá a decir? ¿Que me odia? Bueno, eso ya lo sabía ¿Que ya me puso una orden de restricción para que ya no me le acerque? Ah, es muy confuso.

—Me gustas— dijo rápidamente.

Me atraganté con mi propia saliva. ¡¿Qué?! ¿Escuché bien?

—¿Qué? Hyunjin, por favor ya no quiero tus jueguitos, ya no he hecho nada, ya no te molesto, por favor deja de jugar conmigo, ah— dije nerviosa.

—No es ningún juego, te estoy diciendo la verdad— se acercó más a mí.

—No, no es cierto, estás jugando conmigo, te conozco—  me alejé.

—Si en verdad me conocieras, sabrías que no estoy mintiendo—

—Yo, yo, yo necesito irme, lo siento—

—No— me tomó de la mano. —¿Por qué siempre quieres huir? No escapes de tus problemas, enfréntalos—  dijo muy cerca de mi cara.

—Hyunjin, sé que mientes, yo jamás podría llegar a gustarte, tú mismo me lo dijiste, me lo dijiste en la cara— agaché mi cabeza. — Jamás seré como las que te gustan, por dios, así que por favor deja de mentirme y de mentirte a ti también, si en verdad te gustara, no me trataras como siempre lo haces, eh—  me solté de su agarre.

Me soltó, se alejó un poco de mí y me miró fijamente.

—Está bien, lo siento, perdón por todas las veces que te hice sentir mal, trataré de ser mejor persona contigo—

—Es muy confuso y raro todo esto—

—Lo digo en serio—  me miró. —Aparte, también quería pedirte un favor ¿Podrías ser mi tutora de matemáticas? En verdad lo necesito, no sé mucho de esa materia y en verdad se me complica— se rascó la nuca.

No respondí, sólo lo miré.

—Te pagaré con helado— me sonrió.

—Ah, está bien— sonreí sin mostrar los dientes.

—Sobre lo otro...— volteó a verme.

—No lo digas, demuéstralo, porque en verdad no siento que es verdad lo que dices— encogí los hombros.

—Te lo demostraré— dijo rápidamente.

Después de eso, me acompañó hasta mi casa y después se fue. Subí a mi habitación, me acosté en mi cama y me puse a pensar en todo. Una parte de mí estaba feliz por lo anterior sucedido, pero otra no, no confiaba realmente en Hyunjin, no sabía si creer en él o no, después de lo que ambos pasamos, ya no sabía. Opté mejor por dormir y sí, a volver a escapar de los problemas, como siempre, Min. 

« Aléjate de mí || H. Hyunjin »Where stories live. Discover now