Capítulo 45: Te Amo

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Pov camila.

Tendría que limpiar el piso mojado luego pero eso no importaba, mi corazón latía tan rápido por lo que ibamos a hacer, como si fuera nuestra primera vez.

Wow... Pero que linda habitación. Habló lauren cuando ingresamos, la ojiverde bajó la mirada y se encontró con el camino de petalos que daba hacia la cama. ¿Camz..? Levantó una ceja, yo reí sonrojada mientras me acercaba a ella.

Como que tienes mucha ropa lern... Hablé en tono de broma y la ayudé a sacarse la camiseta. Te verías mucho mejor sin ella. Me esmeré en sonar lo mas seductora posible y lo logré, ella soltó un pequeño gemido, sonreí satisfecha, no sería camila la pasiva, no esta noche, ahora entendía el por que dinah me dijo que me cortara las uñas.

Amor... Suspiró.

Shhh. Puse un dedo en sus labios y ella no dudo en meterlo a su boca, ahora la que gemí fui yo, esta nueva sensación me estaba encantando. Súbete a la cama. Le ordené. Ella me dio una mirada retadora.

¿O si no que? Yo no sabía ser dominante, no aún, esto no debía estar pasando

¿En serio me vas a retar?. Pasé mis manos por su torso desnudo a la vez que besaba su cuello, la sentí temblar. Lauren te tengo tantas ganas, súbete a la cama por favor. Casi rogué, ella me dio una sonrisa y obedeció al instante, yo solo reaccioné a quitarme la ropa para subirme encima suyo, la miré y sentí sus ojos mas intensos llenos de lujuria hacia mi, amaba sentirme de esa manera, amaba sentirme deseada por ella; no esperé mas y ataqué sus labios con desesperación, sin pedir permiso invadi su boca con mi lengua, ella gimió ante ese contacto, quería recuperar todas esas semanas sin sentir su piel, como si leyera mi mente se levantó un poco para poder quitarle el sujetador, jadeé cuando vi sus firmes senos, tan apetecibles, tan suplicantes por que los toque, sin hacerla esperar más, lleve mi boca a su peson derecho y mi mano al izquierdo.

Camz! Se retorció debajo de mi, sus pechos tenian un sabor tan agradable, queria tenerlos en mi boca por siempre, mi mano libre busco cremallera y la soltó, me felicité mentalmente por lograrlo, mis besos fueron bajando por su abdomen hasta llegar a la parte cubierta y me deshice de la tela, gruñendo porque aun quedaba las bragas, acerqué mis labios a estas y las bajé por sus piernas, cuando logré despejar mi objetivo la miré tal como un cazador ve a su presa, ella volvió a gemir, tener estos efectos en ella me estaba volviendo loca; me arrodillé en el suelo y pasé sus piernas por mis hombros dejandome una buena vista de mi comida favorita, y aunque lo único que quería era estar en ella por completo me contuve y comencé un recorrido de besos humedos por ambos muslos internos, lauren se movía para que esas muestras de afecto lleguen a su lugar necesitado pero como era obvio no lo lograba. Amor... Por favor... Escuché su voz mas ronca de lo normal, suspiré al rendirme ante su súplica, me acerqué aún mas a su feminidad y sin dudarlo pase mi lenga desde su entrada hasta su nudo de nervios, ella gritó de plaser, suspiré al escucharla y me dediqué a darle atención a su hinchado clitoris, lauren sabía tan bien, era tan adictiva y lo mejor era toda mía, una de mis manos buscó la suya que sujetaba fuertemente la sabana y entrelazó nuestros dedos, la otra se concentró en masajear uno de sus senos, podría pasarme la vida haciendo esto, ella se retorcía de plaser soltando gemidos que me alentaban a seguir, cuando pude ver que estaba próxima a llegar al orgasmo cambié el lugar de mi lengua a su entrada que también se veía necesitada de mi atención, cuando me hundí en ella pude correrme en ese instante pero ahora mi centro de atención era ella, comencé a moverme dentro de la ojiverde, era una delicia sabía aún mejor que antes, mi mente se estaba perdiendo y toda mi energía se estaba concentrando en mi órgano que le estaba dando plaser a mi pelinegra, cuando sentí sus paredes contraerse y gritos aún mas altos aceleré mis movimientos y masajes en ella, estaba ansiosa por que se corra en mi boca, una, dos, tres embestidas mas fueron suficiente para que todo su plaser invadiera mis labios, ella se tensó mientras yo saboreaba los restos de su orgasmo, sin dejarla recuperarse bien me monté encima de ella nuevamente, la vi con el rostro rojo, tenía una expresión cansada y los labios hinchados, seguro se los había tratado de morder para contener los gemidos al parecer eso no sirvió de mucho, sonreí satisfecha, la había dejado agotada, sus ojos indicaban que en cualquier momento se cerrarían pero yo aún necesitaba mas, quería sentirla de nuevo, me acerqué a su cuello para dejar pequeñas mordeduras en el, luego pasándole la lengua para aliviarle el pequeño dolor, mis labios fueron subiendo hasta los suyos, ella correspondió mi beso al mismo tiempo que acariciaba mi espalda, me separé de ella aun cuando quería mas solo para ingresar dos dedos en su interior, quería ver su expresión, y fue como lo supuse hermosa, sus ojos se cerraron y su boca se abrió para soltar un pequeño gritito

Cuando Nadie Ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora