Extra: Cuidar de ti (4)

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No hubiera importado si fuera otra persona, pero pensando las cosas por un momento y darse cuenta que no solo es una simple y llana persona es una cosa totalmente diferente a lo que uno pensaría de un primer amor.

Aunque, viéndolo de otra forma y como actualmente lo ve, no fue "amor" como se dijo tantas veces durante aquellos días, quizá solo fue por la soledad que tenía en ese momento que confundió una sonrisa dulce y encantadora con sentimientos que en realidad no estaban, claro cada quien se engaña a su manera.

En todo este tiempo estando de regreso en la seguridad de su casa, nuevamente el eco del silencio lleno a lo más profundo del corazón, su hermana se fue hace unos días y para variar sus padres siguen sin volver, siguen en aquel viaje de aniversario, así que no los culpa.

Las cuatro paredes de esta gran habitación parece que se hacen más grandes, sin ánimos de seguir atormentándose aquí tomo la decisión de salir a correr al parque, necesitaba sacar a pasear a sus perros y porque no distraerse de todo aquello que lo acongoja.

Lamentablemente no sirvió de mucho, el parque fue el lugar donde lo conoció, donde sus ojos se fijaron en los de la otra persona que se encontraba herida.

Como olvidar aquello si fue un día especial para él parecido a un sueño, sin embargo, los sueños acaban y ese término siendo una pesadilla en la que estuvo en peligro por bastante tiempo, el odio y rencor de otras personas cayó sobre inocentes que no tenían nada que ver con lo ocurrido años atrás.

El lugar era tranquilo y poco transcurrido, un lugar perfecto para quedarse un largo rato sin importar la hora, de pronto su perrito se acercó a un árbol y comenzó a ladrar alterando a su dueño que se acercó.

Había un pequeño reflejo de luz en el suelo, decidió tomarlo y lo que encontró fue un colgante de plata en forma de nube, al verlo era obvio de a quien le pertenecía. Observándolo por momento y sentándose en el suelo escucho a una persona acercándose, se giró rápidamente esperando que fuera ese a quien extraña, sin embargo, su mala suerte le jugó una mala broma.

La persona que estaba ahí era un joven que no había visto antes, así que no le dio importancia y se giró nuevamente. A sus espaldas escuchaba al joven agitado por correr.

Ensimismado en sus pensamientos dejo salir un suspiro que resonó en el lugar, el joven que se encontraba ahí pareció intrigado, así que pregunto - ¿Te encuentras bien? –

Se giró para ver al joven que sentó a su lado, no pensó nada malo de él, además nada puede ser tan malo como lo que vivió hace poco, sumando la soledad que sentía en ese momento opto por responder con sinceridad – No –

La otra persona vio como sus ojos se volvieron cristalinos, ese momento se volvió silencioso.

- Mi nombre es Liu Qingge – Fue lo único que se le ocurrió, no quiso insistir en lo que le sucedía.

- Yo, soy Jiang Cheng – Es mejor presentarse ahora, la última vez que no se presentó adecuadamente termino con el corazón roto.

Ambos hablaron por un largo rato de cosas triviales, sin profundizar mucho en temas de relevancia con su pasado, solo cosas generalizadas. Era un rato agradable y Jiang Cheng olvido por un momento sus penurias, concentrándose únicamente en su nuevo amigo que al parecer tiene muchas cosas en común que él.

En algún momento de la tarde escucharon un estruendo no muy lejos de ellos, pero al revisar rápidamente con la vista y no ver nada alrededor optaron por olvidarlo y continuar con su plática, que fue muy amena.

Liu Qingge acompaño a Jiang Cheng hasta su residencia, donde fue invitado a pasar y comer algo, el otro acepto gustoso, era tarde y tenía bastante hambre. Además, que le agradaba bastante esta nueva persona, adentro estaba oscuro y silencioso.

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora