Las Travesuras De Un Conejo

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Mobei y Binghe observaban al conejo blanco que se encontraba dentro de una jaula, este pequeño estaba comiendo una zanahoria que le dejó Lan Wanji antes de salir.

-Que tanto ven al conejo- Hua Cheng los veía con confusión -Acaso es la primera vez que ven uno-.

-Pienso que deberíamos sacarlo, no debería estar en la jaula- Binghe se acercó abriendo la compuerta y sacando al conejo que apenas medía lo de la palma de su mano.

-No deberías hacer eso- dijo Mobei con calma.

Hua Cheng al ver como Binghe sacaba al conejo tuvo un mal presentimiento, suspirando se dirigió a la puerta y dijo - Les deseo suerte-- salió con una risa macabra, ellos no sabían cómo cuidar de un animal tan pequeño y delicado, entendía que probablemente al regresar el conejo al estar al cuidado de dos personas como Mobei  y Binghe no le extrañaría que saliera herido o quizá muriera al dejarlos solos, pero tenía asuntos que atender en Ciudad fantasma.

Mobei Jun se estaba entreteniendo al ver cómo el pequeño conejo saltaba por toda la sala, así que decidió levantarlo y sentarse en el sofá para acariciarlo un rato, pensaba mientras acariciaba a este que al ser tan frágil necesitaba de la protección de otros.

Luo Binghe vio su expresión y frunciendo levemente la frente dijo - No sabía que te gustaban los animales-.

-Necesita que lo cuiden-- Mobei fue sacado de sus pensamientos, suspiro y bajo al conejo para que siguiera explorando el dormitorio - Me daré un baño, cuida de él-.

Binghe le tomó una foto al conejo, se veía tan adorable sobre el abrigo que dejó Hua Cheng en uno de los sillones, al ver que era tan lindo como una bolita de algodón y tan blanco como la nieve pensó en su Shizun "Debería enviar esta foto a Shizun" momentos después le envío la foto al susodicho, espero por minutos su respuesta, la cual nunca llego, ya sin ánimos Binghe giro su cabeza con dirección a donde debería estar el conejo, pero ya no se encontraba ahí, solo estaba el abrigo con un líquido amarillento que despedía un olor no muy agradable, el conejo se orino sobre el abrigo de Hua Cheng, Binghe lo observó por un momento antes de decir - Mobei... A-Hua nos va a matar-.

Ante estas palabras Mobei se dirigió a la sala viendo a Binghe dirigió sus ojos al punto donde el otro observaba, por unos segundos se quedó en silencio.

Antes de hablar se escuchó un fuerte golpe en la cocina, ambos fueron a ver y lo que encontraron fue al conejo a un lado de los escombros de un jarrón de jade que le pertenecía a Mobei, lo había conseguido tras ganar una apuesta con Lan Wanji, atónito frunció el ceño y sus nudillos se tornaron blancos.

Binghe al ver la expresión del otro dijo - Es solo un conejito, no tiene la culpa-.

Mobei cerró los ojos y suspirando se relajo un poco, Binghe tiene razón solo es una pequeña travesura de un conejo que se comporta como un bebé que está dando sus primeros pasos.

Al ver más relajado a Mobei, Binghe volvió su vista al lugar donde se encuentra un jarrón roto, para revisar al conejo para verificar que no se hallaba herido, sorprendido de que en tan sólo segundos el conejo ya no estaba ahí ¿Cómo es que siendo tan pequeño escape tan rápido? no es posible eso o si.

Los dos se apresuraron a buscar al conejo por todo el dormitorio, cada que escuchaban un ruido corrían hasta el lugar solo encontrando desastre tras desastre, no sólo Hua Cheng los mataría por su abrigo estropeado, también Lan Wanji por perder a su amado conejo.

Recordaron cómo una semana antes Lan Wanji entró con el pequeño conejo en mano, se veía tan feliz, sonreía y su expresión era tan clara, les dijo que su amado Wei Ying se lo dio ese día, tras pasar por una tienda de mascotas y que ese pequeño llamara la atención de Wanji, Wei Wuxian admirándolo entró a la tienda dejando por un momento a Lan Wanji, para cuando salió sostenía al conejo, colocándolo sobre las manos de Wanji diciendo "Cuídalo muy bien".

No los perdonaría, con el desastre que ya era el dormitorio pensaban que probablemente el conejo ya estaría herido, quizá se corto con los pedazos del jarrón de Mobei o le cayeron los libros apilados que tenían en un rincón, cualquier cosa pudo pasar.

Ambos se rindieron, exhaustos de buscar a la pequeña bolita de algodón blanco, se sentaron en los sillones, en ese instante escucharon como la puerta se abrió y la silueta de Lan Wanji entró por la puerta, este al ver el desastre dijo -¿Que sucedió? -.

Los implicados se vieron mutuamente, como le dirían que en un par de horas perdieron a su conejo, era el fin de ambos.

- Verás...- dijo Binghe colocando una mano en su cabeza y evitando cualquier contacto visual.

Mobei solo se encontraba en silencio con su mirada fija en el suelo.

Al notar el extraño comportamiento de ambos suspiro, sus ojos se dirigieron a la jaula vacía, se preocupo, el desastre era obvio quien provocó todo, bajo su mirada al suelo y vio al conejito blanco acercándose a sus pies, sonrió aliviado, se agachó para levantarlo.

Tanto Mobei como Binghe se aliviaron, al fin apareció el pequeño conejo, tan problemático Binghe aprendió su lección de mala manera no volvería a sacar al conejo de la jaula.

-Me recuerda a Wei Ying, se comporta como él- fue lo que dijo antes de meterlo a la jaula de nuevo, viendo a detalle cada destrozó que provocó su conejo, su vista se quedó estática al notar el abrigo de Hua Cheng, tenia una mancha que si el mencionado la veía cocinaría a su pequeño conejo - Llevaré el abrigo a la lavandería... Ustedes se encargarán de lo demás--.

Sin objeciones cada uno se hizo cargo de un lugar para dejarlo como si nada hubiera ocurrido.

Binghe desanimado por estar limpiando los destrozos del conejo recordó el mensaje  que le envió a su Shizun horas antes, sacó su celular y con una sonrisa siguió aseando el lugar, su Shizun si contestó el mensaje no lo ignoro, estaba feliz, algo bueno salió al dejar salir al conejo.

"Es muy hermoso Bingge :3

Shen Qingqiu".

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora