Capitulo 38

758 47 4
                                    

24/12/35

La víspera de navidad en la casa Tomlinson-Styles se vivía diferente. No solo era la víspera de la festividad preferida de los chicos sino que era el cumpleaños de Louis. Este año el castaño cumplía 32 años y a pesar de la felicidad que sentía al tener a su esposo y a sus hijos con él, la angustia de aquel embarazo perdido seguía presente.
Si, Louis estuvo embarazado y si, lo perdió antes de entrar al segundo mes.

El sabía que eso iba a pasar, pero de saberlo a vivirlo hay una enorme diferencia. Lloro, ambos lloraron la perdida, y ambos lloraron el hecho de que sería la última vez que Louis se iba a embarazar. Luke les había explicado lo peligroso que era ahora un nuevo embarazo y había recomendado la vasectomía o la liga de trompas (Si ustedes imagínense que Louis tiene trompas de Falopio no me odien en ficción).

Harry sabía lo traumático que había sido aquella perdida en su esposo por lo cual no quería exponerlo a más momentos como ese. No dudo en hacerse la vasectomía para prevenir cualquier cosa que pudiera dañar a su esposo y para que al fin y al cabo puedan disfrutar su vida sexual libremente.
No habían hablado antes sobre volver a ser padres pero aquel embarazo los había dejado con ganas de más. No sabían si estaban listos o si podrían, ellos solo se habían quedado con las ganas de lo que no fue.

Louis volvió a ver a Laura, su psicóloga. Sabía que hablar con alguien era bueno y le haría bien. Harry le insistió para que vaya sabiendo lo feliz que era su esposo yendo a sus cesiones.
Por otro lado, sus hijos no estaban enterados del tema, al menos no todos. Arya había entrado a la habitación de Louis una tarde que lo escucho llorar y el castaño no pudo contenerse de contarle todo a su hija mayor quien se había convertido en una de sus mayores confidentes.

Arya lloro sufriendo por su padre y se quedó a su lado dejándolo llorar en su hombro, abrazando y consolándolo, explicándole que todo estaría bien, que siempre lo estaba. Los papeles cambiaron ese día y Louis se convirtió en el pequeño que lloraba en el pecho de su madre y Arya en aquella mujer que consolaba a su padre.
Más tarde cuando Louis por fin se quedó dormido entre lágrimas e hipidos Arya salió de la habitación y se encontró a su padre sentado en el pasillo con los ojos llorosos y la cara entre sus manos.

La menor entendió que Harry había escuchado todo y tal como lo hizo con Louis lo abrazo, lo abrazo y también lo escucho llorar, sabiendo que no lo hacía en frente de Louis solo porque quería mostrarse fuerte para su esposo. Pero allí en los brazos de su primera hija, aquella que también se convirtió en confidente, se permitió llorar, se permitió largar aquello que guardaba por miedo a lastimar a quien amaba. Sabía que si Louis veía al menos una lágrima rodar por su mejilla se rompería, sabía que su esposo no podía cargar también con su sufrimiento. Así que no lo hacía, no lloraba frente a él.

Solo lo abrazaba, lo besaba y lo calmaba cuando los nervios se apoderaban de él.

Y sé que se puede mal interpretar, sé que 'pueden llamar a Louis egoísta por no dejarle a su esposo hacer su duelo. Pero no, no es así. Porque ellos se complementan, siempre lo hicieron. Se complementan el uno al otro, a veces uno es fuerte y necesita abrazar a alguien para estar bien mientras que otros solo necesitan ser abrazados. Y en esta familia esos roles cambian, siempre que uno es débil y necesita un abrazo, el otro se vuelve fuerte y lo envuelve en sus brazos.

Porque es todo lo que el otro necesita para estar completos. Ellos, solo ellos son aquello que los mantiene de pie. Su amor, aquel amor enorme que se tienen y que crece con tan solo mirarse, que crece con aquellos abrazos, con los besos o con las simples risas de sus hijos que demuestran lo bien que hicieron las cosas, su amor es lo único que importa.

And if we can't?  (Larry Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora