PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA DARK
𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | ❝ El infierno se queda corto a lado de una mujer con sed de venganza ❞
𝐀𝐋𝐈𝐂𝐈𝐀 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍 la ultima de la Dinastía Mikaelson, hija del temido Nicklaus Mikaelson y Hayley Marshall. Al...
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𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄
EL MOMENTO DE HABLAR
Narra Alicia:
Me encontraba en el auto junto con Lydia y su egocéntrico novio, Jackson, luego de llegar a mi casa, la chica me pidió amablemente para irme con ella y su pareja, a comprar algunas películas, cuando digo que me pidió "amablemente" me refiero a que me obligo a venir con ellos, y ahora estoy aquí, sentada en la parte trasera del auto de mi amiga, escuchando cómo discute con Whittemore, acerca de que película ver.
— Hoosiers no sólo es la mejor película de baloncesto, es la mejor película sobre deporte— explicó por octava vez
—No. — respondió simple la pelirroja, mirando hacia el frente.
—Es con Gene Hackman y Dennis Hopper— trató de convencerla.
—No.
—Lydia, te juro por Dios que va a gustarte.
—No.
—No veré Diario de una pasión de nuevo— dijo decidido— Marshall. — me miró en busca de ayuda
—Darling, está es la primera y única vez que estoy y estaré de acuerdo en algo con Whittemore, desde que llegue a Beacon, vemos la misma película ¡ya me se los diálogos de memoria!— me apoyé por los asientos
—¡Ves! Ni ella quiere ver Diario de una pasión... ¡De nuevo! ¡y eso que es una chica!— rodé los ojos ante su comentario— No vamos a ver diario de una pasión— gritó.
Lydia volteó a verlo seriamente, Jackson al ver esa mirada, rápidamente bajo del auto. Débil. Solté una risa por lo bajo.
Lydia comenzó a sacarse selfies y algunas que otras veces salía en la foto con ella, volteé para mirar la calle, cuando un olor a hombre lobo, choca por mis fosas nasales, no es ni el aroma de Scott, ni el de Derek, eso sólo significa una cosa: el alfa.
—Lyd, voy a ver si tienen la saga de Harry Potter— dije bajándome rápidamente del auto, suena patético ya que tengo la copia original de las películas.¡Una excusa tenía que tener!
Al ingresar al local, las luces comenzaron a parpadear, vi a Jackson arrodillado tras uno de los estantes.
—¿Que haces aquí?— le pregunté una vez que llegue, me agarró del brazo obligándome a estar en el piso junto a él.
