𝟎𝟕

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*capítulo largo*

*capítulo largo*

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CAPÍTULO SIETE

SANAR

—Alicia.

Se escuchó una voz al lejos, pero no le importó.

—Alicia —cada vez era más cerca, pero ella no reaccionaba.

—¡Alicia! —pestañeó varias veces, volviendo en si.

Su pecho subía y bajaba, los ojos le dolían y sentía su garganta seca de tanto haber gritado. Sintió unas manos cubrir las suyas. Bajó la mirada con lentitud viendo pequeñas gotas de sangre caer al suelo blanco que había en la habitación.

Se había lastimado a sí misma.

Entonces, al levantar la vista se encontró con unos ojos azules que no habían dejado de mirarla en toda la noche. Se notaba cansado, su pelo estaba desordenado y en sus ojos solo se veía angustia y preocupación.

Él estaba preocupado por ella...

Alicia llevó la vista más arriba de él notando que ya había amanecido. ¿Tan rápido? ¿Cuanto tiempo estuvo mirando el mismo punto fijo que no se dió cuenta que ya había amanecido?

—Es hora de irnos —dijo, cauteloso.

Alicia tragó saliva, su cabeza daba vueltas y sentía que sudaba frío.—Bien —fue lo único que respondió, para luego, como si de un robot se tratase, se levantó y caminó directo al baño de departamento.

48 horas atrás

Alicia tiró el pincel a un costado para poder ver su ventana. La lluvia caía de forma intensa, los truenos hacían que los vidrios del lugar temblasen. Sintió el viento fresco calando sus huesos, y con pesar tuvo que levantarse para ir a cerrar el gran ventanal que tenía en su estudio si es que no quería que el viento arruinase su pintura.

El timbre sonó.

La castaña frunce el ceño, ¿quien vendría a esta hora a su casa y más aún lloviendo?

A pasos lentos se acerca a la puerta, mirando a través del pequeño hueco que permite ver quien se encontraba del otro lado, pero lo único que pudo ver es un torso masculino. Abrió la puerta con rapidez cuando percibió el olor.

Comenzó mirando su cabello. Gotas caían de este y habían algunos mechones pegados a su frente, sus pestañas estaban más marcadas, sus ojos rojos -debió de ser por la lluvia, supuso ella- sus labios estaban un poco morados debido al frío, luego bajo a su torso, llevaba una camiseta blanca que se apagaba a su cuerpo y unos pantalones oscuros. Ambos totalmente empapados. Pero, lo que más llamó su atención fue ver la maleta que había en su mano.

𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | 𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟Where stories live. Discover now