𝟏𝟎

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CAPÍTULO DIEZ

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CAPÍTULO DIEZ

CALMA

Toco nuevamente la puerta sin recibir alguna respuesta del otro lado, quiero darle su espacio, pero... creo que me preocupo por él. No habló en todo el camino y es entendible. Vió morir a su amigo enfrente suyo sin poder evitarlo.

—Lahey... —vuelvo a tocar, y no hay respuesta.

Puedo escuchar sus latidos del otro lado y sollozos escapar de su garganta. Relamo mis labios dudando varias veces si entrar o no, pero finalmente lo hago.

Buscándolo con mi mirada.

La habitación estaba completamente a oscuras, siendo la luz del alumbrado público lo único que iluminaba la habitación. Todo era silencioso y lo único audible para mi eran los sollozos del rubio que hacía que mi cabeza dé vueltas y vueltas. Mi corazón se achica cuando lo veo en una de las esquinas de la habitación con sus rodillas tocando su pecho y su rostro escondido entre sus manos.

No digo nada.

Camino hasta donde está él, arrodillándome a un lado suyo en completo silencio, trago en seco y giro un poco mi cuerpo para poder verlo, llevando mis manos a las suyas buscando ver su rostro. El rubio no forcejea, levantando su cara y dejándome ver sus ojos rojos, sus mejillas cubiertas de lágrimas y su labio tembloroso intentando no romperse más.

—Mi solecito...

Sin evitarlo lo atraigo a mi, abrazándolo en un intento de reconfortarlo. Él no se niega a mi tacto, permitiéndome apretarlo más a mi para intentar darle un poco de calma, calma que no sentimos desde hace mucho.

—Se fue, Alicia —susurra.

Yo me dispongo a acariciar su cabello, ya que él había decidido acostarse sobre mis piernas, ambos seguíamos en el piso, pero teníamos una alfombra debajo nuestro el cual nos mantenía cómodos.

—Lo sé —fue lo único que pude decir. Yo seguía en un estado de shock el cuál poco a poco iba saliendo. Quería ayudar a calmarlo, pero no lo lograría si yo también estaba así.

—Todos se van... —dice en tono bajo, melancólico—. Toda la gente que me importa se va. Primero mamá, luego mi hermano, también papá —soltó una risita amarga—. No era el mejor padre, pero aún así lo quería, ¿sabes? —guarda silencio—. También se fue Érica y ahora Boyd. Al final termino perdiendo a todos los que quiero, Alicia.

—Somos muy jóvenes para pasar todo esto, Lahey —digo de igual forma en voz baja.

—¿También te irás?

𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | 𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora