PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA DARK
𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | ❝ El infierno se queda corto a lado de una mujer con sed de venganza ❞
𝐀𝐋𝐈𝐂𝐈𝐀 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍 la ultima de la Dinastía Mikaelson, hija del temido Nicklaus Mikaelson y Hayley Marshall. Al...
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CAPÍTULO VEINTICUATRO
OH, UN MUERTO MÁS REVIVIÓ
—Maldito viejo estúpido y decrépito. Lo voy a matar —maldijo y Scott la miró negando con seriedad.
—No. Nadie va a matar a nadie —Alicia blanqueó los ojos.
—Bueno, ¿por qué Jackson puede matar y yo no? —hizo un puchero y miró a su amigo.
—Eso no pasará, Alicia.
—¿Qué no pasará? —la voz de Stiles apareció sentándose a un lado de la castaña.
—Nada.
—La masacre —Scott miró mal a Alicia cuando la escuchó y Stiles suspiró.
—Será malo, ¿no es así? Quiero decir, personas corriendo y gritando por su vida —Stiles dijo tragando saliva evitando la mirada de sus amigos.
—Eso sería glorioso de ver si no fuéramos una de esas personas corriendo y gritando por nuestras vidas —respondió Scott.
—¿Que no eras el positivo aquí? —inquirió Alicia con confusión—. Escuchen, nada de eso pasará. Haré todo lo posible para protegerlos. No dejaré que Jackson les haga daño, trataré de evitar eso, pero no les aseguro que lo haré de forma pacífica —agarró a sus dos amigos por el brazo—. Nada malo les pasará mientras yo estoy aquí. Además, tienen a toda la familia Mikaelson cuidándoles la espalda —giró un poco la cabeza viendo a toda su familia en las gradas.
—No puedes protegernos a todos, Alicia. ¿Quien te protege a ti? —Alicia miró a Stiles—. El otro día cuando vi a Matt golpear a mi papá y al kanima atacarlos a ti y a Scott mientras yo estaba tirado en el suelo sin poder moverme, Alicia, no podía moverme por completo aunque tú me hayas ayudado y no hice nada. ¿Saben? Quiero ayudar, pero no puedo hacer lo que ustedes hacen, no puedo —Alicia recostó su cabeza en el hombro del rapado mientras Scott miraba de manera suave a su mejor amigo.
—Está bien...—respondió Scott y Alicia meneó un poco la cabeza en el hombro del chico.
No sabía exactamente que decirle, ella casi nunca era buena dando apoyo emocional, pero ese pequeño gesto hizo que Stiles sonriera un poco sabiendo que su amiga no era mucho del contacto físico y apreciaba el hecho de que estuviera haciendo el intento de calmarlo.
—Estamos perdiendo...
—¿De que estás hablando? El juego ni siquiera ha comenzado. Ahora ponte tu casco y mueve tu trasero al campo. Te toca suplantar a Greenberg —el entrenador le dió la orden asustando a los dos amigos.
