11. Bailu: Bīnghé compra a shizun

8K 817 3.6K
                                    

[Por Luò Bīnghé]


Luò Bīnghé estaba disfrutando besar a Shěn QīngQiū hasta que este se separó para tomar aire.

¡Él tampoco estaba mejor! Necesitaba más. Aprovechó que su pareja estaba de costado, así que puso una mano en la arena a cada lado de su cintura y acercó su rostro a su cuello, con la intensión de darle un beso juguetón. Pero se detuvo al sentir que el otro se ponía tenso...

¿Qué había hecho mal?

Entonces su shizun apartó uno de sus brazos de un manotazo y se arrastró rápidamente hasta ponerse en cuatro, luego se puso de pie.

De verdad... ¿Había hecho algo mal?

-Solo teníamos que fingir -dijo Shěn QīngQiū en voz baja, agitado.

La frialdad se apoderó de Luò Bīnghé.

Él no estaba fingiendo nada. Cuando le gustaba jugar con las circunstancias se volvía amable como la calma precediendo la tormenta, cuando estaba obligado a hablarle bien a otras personas de alto rango lo tenía que hacer, ¡pero de ahí a insinuar que sus emociones eran fingidas...!

Había estado hablando de su mamá y se había mostrado tal y como era cuando se sentía solo, ¿para qué querría actuar lastimero ante su Shizun? ¡Nunca había conquistado a nadie causando lástima! A sus anteriores parejas normalmente les gustaba verlo hacía arriba, sentirse protegidos y saber qué tan fuerte era tanto emocional como económicamente.

Él también se incorporó y se sacudió la arena. Sus pies estaban fríos y su pantalón mojado, pero no por las razones que le habría gustado.

Entonces shizun se agachó para recoger una ramita. Bīnghé no se preocupó, ya que había observado antes atentamente a su shizun y ya había notado su tic de juguetear con su abanico cuando estaba tenso; como ahora no tenía uno, la ramita lo sustituiría. Verlo así, hizo que su molestia bajara un poco.

-Por tu bien... Deja de hacer estas cosas -añadió shizun, agitando su ramita como si se estuviera abanicando.

-¿Dejar de hacerlo? -repitió Bīnghé sonriendo sin mucha alegría y avanzó hacía él.- ¿Por qué? Estabas muy feliz hace dos minutos.

Shizun retrocedió y la pequeña indignación que Luò Bīnghé sentía, creció un poco.

-¿Qué crees que te voy a hacer?

-Ya no sé qué esperar de ti -confesó Shizun cauteloso.

La molestia y el enfado pudieron haber crecido en su interior, la Indignación haberse manifestado en su cara. ¿Pero en realidad qué pensó Luò Bīnghé? Que shizun parecía un delicado muñeco de porcelana bañado por la luz de la luna. Ni si quiera necesitaba ropa elegante para parecerlo, estaba muy bien con su uniforme de empleado de Sān Dúliú.
Si shizun fuera otra persona Luò Bīnghé ya lo estaría acariciando, pero esta vez tenía que modularse si no quería molestar más a Shizun.

Ya se habían peleado como mil veces, ¿qué no podían estar UNA sola vez en paz?

Se removió inquieto, sin saber qué decir. Pero Shizun tampoco tenía palabras, así que básicamente eran como dos adolescentes primerizos que no sabían qué hacer después de su primer beso. Bueno, Luò Bīnghé quería continuar, aunque Shizun parecía que no.
Shizun agitaba vagamente su ramita y Bīnghé se preguntó si aquí vendían abanicos.

Because I'm stupidWhere stories live. Discover now