Extra. Historia de Nadie: los F4 originales

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La historia de alguien que vio y dedujo cosas que Shěn QīngQiū no.

[Seis meses atrás]
[Por Niè HuáiSāng]

El país tenía una larga historia de conflictos armados como las guerras civiles imperiales, la Revolución de Yong'An o la Segunda Guerra Mundial y Qíng Hé Niè había recorrido a su lado toda esa línea sangrienta.

Qīng Hé Niè era una empresa armamentista bastante imponente. El hecho de que el mercado de armas estuviera muy controlado por el gobierno, era en parte gracias a que Qīng Hé había barrido limpiamente a su competencia en las últimas décadas y era el principal proveedor del gobierno.

Sabiendo todo eso, cuando alguien se imaginaba al presidente de Qīng Hé, suponía que era un hombre viejo fuerte, estricto e imponente; y sí lo era... excepto por lo de «viejo». El actual presidente de la compañía, Niè Míng Jué, tenía treinta y un años, tenía una aterradora altura, un carácter duro y poca paciencia con Niè HuáiSāng, su hermano menor.

Los hermanos Niè se tenían solo el uno al otro porque sus padres habían muerto en una cacería unos quince años atrás. El mayor que en aquel entonces era un adolescente, tuvo que madurar rápido para hacerse cargo de la familia y de los negocios aunque era muy joven; fue como un cachorro en medio de una docena de bestias salvajes, pero el cachorro no se dejó dominar y se convirtió en una bestia adulta a la que ahora todo mundo temía, obedecía y respetaba.

Bueno... no todo mundo.

-No quiero más materias reprobadas o quemaré tus abanicos y te enviaré a la Escuela Nacional Militar -advirtió el presidente de Qīng Hé Niè durante el desayuno.

Niè Huáisāng reprimió una sonrisa y continuó jugando con su cereal bajo en grasas (que tenía que comer cuando su hermanos estaba presente). Su hermano siempre amenazaba con eso, pero nunca había tocado ninguno de sus abanicos y tampoco lo alejaría enviándolo a otra escuela. El instituto Cloud Recesses era una escuela para ricos de la que Niè Míng Jué se quejaba mucho sí, pero era la más cercana para poder vigilar a su hermanito menor.

-Hermano, hermano, aún me quedan los exámenes extraordinarios, si estudio diez minutos cada día creo que aprobaré con un siete de diez.

-Ya estás en la universidad y ni siquiera te esfuerzas por nada que no sean tus abanicos y holgazanear todo el día con ese muchachito... el hermano de Guāngyáo. No necesito que saques dieces, ¡quiero que te conviertas en alguien competente para Qīng Hé!

Lo mejor que pudo hacer Niè Huáisāng fue encogerse de hombros. Si se mostraba dócil su hermano bajaría sus exigencias y cambiaría de tema.

-También volverás a tus entrenamientos -agregó el mayor, menos exigente.

¡No! ¡Siempre que entrenaba terminaba lleno de moretones! ¿Por qué su hermano se empeñaba en hacerlo sufrir?

-Hermano, Hermano, no seas así, ¡un día me voy a romper! -se quejó el menor. - Puedo sacar los dieces que quieras, pero no me hagas esto.

-¡No te estoy dando a elegir!

Por suerte en ese momento el mayordomo anunció la visita de Lán XīChén y eso le dio una idea al menor. Este agarró su mochila y corrió a ocultarse tras el mayor de los Lán cuando este entró al comedor.

-Lo haré si el hermano Lán me entrena -propuso el menor un poco tímido.

Niè Míng Jué resopló, sin saber entre reír o molestarse. Lán Xīchén parecía perdido, pero rápido comprendió lo que sucedía.

-Buenos días... -saludó sonriendo.- Da-Ge, ¿otra vez discutiendo con A-Sāng? Yo no puedo entrenarlo en persona, pero ¿qué te parece si consigo un buen entrenador para él?

Because I'm stupidWhere stories live. Discover now