Capitulo 13: Un toro amansado

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Una semana había pasado desde el incidente del joven Horologium, el miembro más joven y más nuevo del equipo hasta la fecha. Akila al ser la mejor controlando la parte mágica enseñó durante esa semana a Ernesto a controlar su poder, por su parte Omalu le enseñaba combate cuerpo a cuerpo. Renato se había mantenido a distancia mientras acomodaba sus pensamientos en cuanto a ver a los demás, y también algunos documentos.

El joven Ernesto ahora miembro oficial con su pulsera con su dije de reloj, junto a Akila y Omalu se dirigían a la tribu de Ernesto para que el pudiera pertenecer bajo reglas de su tribu a la tribu Liberty. El camino según él no es muy largo, ellos habían escapado esa misma noche de la tribu por un atentado contra su tribu, y buscando una forma de salvarse, pues, huyeron y ya el resto fue la historia de hace una semana.

—¿Y bien? Ernesto, ¿Cuál era la constelación de tu padre? —pregunta Akila.

—Mi padre tenía la constelación de Perseus. Era uno de los constructores de la tribu—responde Ernesto.

—Un gran héroe en la historia y en la vida. Debes estar orgulloso. Por cierto ¿Quién es tu jefa? —pregunta Omalu.

—Mi jefa es Mante, ella... —Ernesto fue interrumpido por Akila.

—¡Mante Taurus! —espetan Akila y Omalu al unísono.

—Si ella misma ¿Por qué la sorpresa? —Ernesto se sorprende ante la reacción y detiene su caminar.

—Ella es la zodiacal más fuerte. Ella ha matado más personas que yo —dice Omalu.

—Ella nunca, pero nunca ha dejado salir a nadie de su tribu. Nadie —vocifera Akila.

—Yo salí, así que no hay de que temer -La calma de Ernesto asustaba a Akila y a Omalu.

Ninguno de los dos encontraba la explicación más razonable del comportamiento de Ernesto, Mante Taurus es una persona de temer.

Una mujer que desde que nació fue humillada por sus padres, miembros de la tribu Birnar, que además eran los jefes de la tribu. Luego de crecer, fue lanzada a su cuenta en la tribu y ella notaba como el desprecio absoluto era lanzado hacia ella; las cocineras, los recolectores y cazadores. Toda persona miembro de esa tribu la odiaba. Pero todo cambio cuando a su momento dominó totalmente su constelación.

Sus poderes elementales crecieron transformando su control de tierra en control sobre la piedra y roca, su fuerza logro superar a la fuerza de constelaciones como Andromeda, Hercules y Perseo, además de que junto con ella no solo cambio sus poderes, sino también su invocación de mascota. Inicio como un toro débil pero veloz. Pero ahora un gran toro negro la acompañaba para todos lados, unos largos cuernos rectos y afilados por la misma Mante para que ninguno lograra sobrevivir.

Y a pesar de todo su recubrimiento pétreo, Mante impone el quererse y amarse, los valores del hombre y la mujer, los vuelve tan humanos que les quita todo rastro hasta volverlos solo una máquina que no conoce otra cosa más que el camino correcto.

Y Ernesto, Akila y Omalu estaban acerándose a su tribu. Akila tenía miedo, nunca había pensado que llegaría a tal nivel de estupidez, y lo peor era que no fue decisión suya.

Al llegar luego de la "corta caminata" de Ernesto, llegaron a la tribu Brinar, y justo allí cuando llegaron, sin previo aviso su mundo se volvió oscuro obligándolos a dormir a merced de una poción. Akila fue la primera en despertar, todo estaba borroso y la cabeza le daba vueltas como un tornado.

—Buenos días queridos —la voz de una mujer resonaba con eco en los oídos de Akila.

Sin previo aviso una sensación de humedad invadió el cuerpo y rostro de Akila, era agua y un agua fría con hielo en ella. Akila parpadeó varias veces hasta que recobro el sentido total. Delante de ella se encontraba Mante Taurus. Con sus oídos escucho más agua ser lanzada, imagino que eran Ernesto y Omalu porque algo no la dejaba moverse. Con su vista bajo a sus muñecas y una gran roca la cubría totalmente.

I know I'm Not AloneWhere stories live. Discover now