capitulo 28: Algunas plumas nunca se mudan

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—Omalu por favor espera. ¡Tenemos que hablar! —grita Misi mientras Omalu intentaba perderla en las cercanías de la tribu.

—¿¡De qué!? —espeta él con furia volteándose y mirándola a los ojos directamente.

Misi se asustó al ver algo que nunca vio en Omalu hacia ella, Odio del más puro y sincero. Misi quiso hablar, pero algo se lo impedía, tal vez sería miedo, pero ciertamente debía dejarlo de lado.

—Del porqué huyes cada vez que quiero hablar de esto tranquilamente contigo.

—No puedo hablar esto tranquilamente contigo. No puedo confiar en ti luego de eso, ¿no lo entiendes?

—¿Entender qué?

—Que mi humanidad la destrozaste, tú me hacías humano, me hacías débil y ¿ahora qué revelas tu verdadera cara quieres que caiga en tu juego? Como no sé qué este es uno de tus juegos para cumplir tu misión —Omalu aguantaba las ganas de llorar, las lágrimas amenazaban en salir de sus ojos. —hable con tus compañeros de tribu, tú fuiste elegida líder porque nunca dejabas una misión sin resolver, nunca fallabas eras la "asesina perfecta" el modelo a seguir de todos.

—¿Y eso qué? Nunca quise serlo, te conté mi vida y sabes por qué quise ese puesto, ahora simplemente me da pavor. Sentarme al lado del jefe Gregorio, del jefe Antoine o de tu madre. Ellos podrían matarme sin yo poder hacer algo. Perdería eso por estar junto a ti.

—Mejor consérvalo porque a mí ya me perdiste. Es mejor que tengas algo, es mejor así ya que yo no fui nada para ti.

Misi intenta agarrarle una mano a Omalu, pero este le da la espalda y esquiva su agarre dejándola caer al suelo. Misi comienza a llorar en el suelo de la impotencia, Omalu voltea a mirarla y simplemente la ignora y se va.

—Dijiste que nos tomáramos un tiempo, que hablaríamos de esto luego de eso y ya paso ese tiempo y ahora me rechazas mis sentimientos. ¿Quién eres?

—El verdadero Omalu Pavo.

Omalu se va corriendo mientras Kaisa, su Leoparvo Real ayudaba a Misi a levantarse.

Amo, creo que se pasó un poco de la raya.

—¿De qué lado estas Kaisa? —pregunta Omalu harto de la situación.

—De mi lado, pero por si acaso le tengo que recordar para que me enviaron aquí.

Omalu chistea y se va, Kaisa ayuda a Misi a sentarse y a limpiarse las lágrimas.

—Gracias Kaisa.

No hay de que ama. Espero pueda perdonar a mi amo. Siento que... —la interrumpe Misi.

—No es él. Algo se rompió dentro de él y es mi culpa.

Misi se levantó del suelo y se fue tras de Omalu junto a Kaisa esperando hacerlo entrar en razón.

—¡Alguien puede ayudarme! —el grito de esa voz conocida por Misi la detuvo antes de poder continuar.

—¿Jefe Gregorio? —pregunta ella.

—Si Misi, ayúdame, estoy en el agujero de desperdicios.

Misi va a ese agujero, suena sus castañas y observa al jefe colgar del agujero. Ella va y con el sonido de esas pequeñas piedras caer pudo ayudar al jefe con ayuda también de Kaisa y sacan a Cinco fuegos del agujero. Misi sin decirle nada o esperar respuesta de su ayuda se va en búsqueda de Omalu.

Misi comenzó a correr como si cazara a un objetivo, Kaisa se quedó impresionada con sus movimientos tanto así que termino trabando su pata con unas ramas lastimándosela. Misi escucha el quejido de Kaisa y vuelve a ver que le había pasado, se había olvidado casi por completo de ella.

I know I'm Not AloneDove le storie prendono vita. Scoprilo ora