Capitulo 29: Gato negro y Pavo real sin color

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Omalu caminaba junto a Kaisa por los bosques, no tenía rumbo u hogar, ahora era libre, libre del mandato de su padre, de las órdenes de algún jefe. Al fin podría convertirse en el asesino a sueldo que siempre soñó, al menos antes de conocer a Misi.

Dentro de Omalu había un cierto conflicto interno. Una parte de él, quería regresar y disculparse, pero otra, una más fuerte y oscura quería deshacerse de esa parte e ir a matar a todo ser vivo que se cruzara con él. Volver a ser el temible "Pavo real asesino"

Pero para volver a serlo debía comenzar pronto, pero algo se lo impedía. Una pequeña parte débil pero apoyada por la conciencia, esa parte débil a pesar de ser frágil y no tener fuerza era muy poderosa pero cada segundo se iba debilitando, solo debía esperar y Omalu volvería a ser suyo.

Omalu voltea a ver a Kaisa y aun nota ciertas manchas blancas de su pelaje, al parecer lo que el sufría ella también... curioso. Pero eso no evitó que buscara algo de venganza en esa noche oscura. Escucha voces externas a las de su cabeza y sigilosamente se acerca a ellas, con un vistazo se encuentra a unos cazadores perdidos que no encontraban la dirección correcta a su tribu.

—A cazar —dijo para sí mismo repitiendo lo mismo que su versión oscura dentro de su cabeza.

Sacó un cuchillo y lo lanzó a un árbol, haciendo aviso de su muerte. Lanzó otro desde otra ubicación y así hasta que lanzó cinco creando un pentagrama imaginario con la dirección de esos cuchillos.

—Ve Kaisa —grito Omalu alertando a los cazadores.

Kaisa fue por uno de ellos y le muerde el cuello fuertemente arrancándole un gran trozo de carne, el cazador no pudo hacer mucho más que recibir su muerte, Kaisa camina amenazante hacia otro de los cazadores, algunos intentan huir y dejarlo, pero Omalu los sorprende acorralándolos infligiéndoles el mismo terror que infligía Kaisa.

—Huyendo y dejando a un compañero, eso es no tener honor.

Omalu saca un grupo de cuatro cuchillos, los coloca como si fueran un abanico y los lanza, cada uno de los cazadores restantes en un brazo evitando que agarraran las dagas que tenían en un costado.

Uno de ellos intentó ganar tiempo con una gran ráfaga de humo.

—Un Ara. Esto será un deleite para mis cuchillos.

Omalu y Kaisa van por los cazadores, encuentran a dos huyendo en línea recta, Kaisa aprovecha su velocidad para adelantarse y emboscarlos mientras Omalu le lanza tres cuchillos a cada uno de ellos por la espalda. Mata a uno mientras que el otro aun podía vivir unos minutos más.

—Atacar por la espalda, eso es no tener honor como asesino —Con esas últimas palabras el cazador muere exhalando su último suspiro.

Omalu ve el cadáver y comienza a reírse, Kaisa dejaba salir algo de su lado salvaje y comenzaba a comerse trozos de piel con carne del cadáver mientras su amo se reía como un desquiciado.

—Honor como asesino, ¿se supone que tenemos eso? —Omalu seguía riendo, pero algo dentro detuvo su risa un instante.

Omalu saca su miembro al aire y al cadáver del tipo que dijo eso, mientras contestaba el llamado de la naturaleza y dejaba que el cadáver absorbiera esos líquidos Kaisa seguía devorando el otro cadáver hasta estar satisfecha.

—Vamos Kaisa. Es momento de seguir buscando —El Leoparvo Real dejó el cuerpo sangrante y mordisqueado del cazador mientras seguía a su amo con obediencia.

Ambos continuaron caminando por la noche buscando víctimas, pero al menos no encontraron más humanas. Unos nidos de Marzusaltadores fueron empapados con sangre dejando a solo las crías con una sola madre viva, no solo había que ser crueles sino también malvados.

I know I'm Not AloneWhere stories live. Discover now