🜼𓂃࣪˖ ִֶָ 27

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Copa tras copa en esa noche lluviosa en Seúl. Un pelinegro ahogó su gran dolor en el alcohol. Había pasado una semana desde que se aclaró todo este desastre y mentira, se sentía tan mal, sin ganas de nada más que hundirse en alcohol con los pensamientos en un rubio ojos marrones.

Porque hasta el color de sus ojos eran falsos.

Se había odiado a sí mismo en haberle gritado de esa manera, su hermano Namjoon le dijo que debía escucharlo de darle una oportunidad para hablar, pero su orgullo ganó y ahora mañana tendría una cita con una guapa modelo, solo para sacar de su cabeza aquel rubio ¿Estaba siendo mal? Si, y mucho. Porque nadie puede reemplazar a otra persona en su corazón como si aquello fuera de todos los días, terminaría mal y lastimaría a aquella mujer.

Pero a ese tal Jimin no le importó lastimarlo, ¿por qué que él no haría lo mismo? Siguió bebiendo otro trago de tequila mientras en la radio se escuchaba música demasiado triste y se deprimía el pelinegro.

Miró aquel collar que le había comprado al rubio el día que fueron de compras, ese de bailarín que le hizo ilusión. Lágrimas salieron de él con el dolor de esos días donde no únicamente rio como un tonto por él, sino también lo bien que se la pasaron juntos y se conocieron uno al otro, donde le construyó una cabaña y lo hizo suyo por primera vez.

Entonces se dio cuenta de algo muy importante, el día que se entregó a él, Jimin dijo que era virgen, que él fue el primer hombre en tocar su cuerpo, recordó como lo hizo suyo en aquella Nevada y el mismo comprobó que efectivamente Jimin le entregó algo muy sagrado para él.

¿Acaso no le mintió del todo? ¿De verdad lo amaba? ¿Nada fue fingido?

Suspiro bebiendo otro trago de tequila, pero aún así el corazón le dolía y su pecho se oprimió. Solo quería superarlo y estar solo por el momento y pensando si darle alas a aquella pelinegra la cual ha estado enamorado de él desde hace años. Se levantó de aquel bar y pagó la cuenta saliendo del lugar, entró a su auto siendo conducido por su chófer, ya que él jamás conduciría ebrio.

—¿Adónde lo llevo señor? —le pregunta el chófer mirándolo por el retrovisor.

Jungkook lo mira.

—A casa por favor.

El chófer asiente conduciendo hasta casa del pelinegro. Jeon se mantenía mirando por la ventanilla, mirando aquellas parejas tan felices, sonriendo, besándose abrazados, era algo que él anhelaba tener, pero la vida siempre lo jodía.

Con su primera novia y ahora con aquel rubio. Y solo eso lo hizo decidirse, intentaría algo con Sowon y haría que funcionara, porque solo tal vez ella no le mentiría, tal vez ella sea diferente. Cambió el rumbo de su casa, al apartamento de aquella mujer.

Sin saber qué tal vez ella sí era diferente, pero él no podría amarla como él quisiera porque él amaba a otra persona y solamente le haría daño aquella inocente.

Sin saber qué tal vez ella sí era diferente, pero él no podría amarla como él quisiera porque él amaba a otra persona y solamente le haría daño aquella inocente

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𝗘𝗹 𝗗𝗼𝗯𝗹𝗲 𝗣𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁𝗼 🍓𝗸.𝗺Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ