𝗘𝗹 𝗗𝗼𝗯𝗹𝗲 𝗣𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁𝗼 🍓𝗸.𝗺

🜼𓂃࣪˖ ִֶָ 41

Risas, abrazos, besos, eran los que se daban Jimin y Jungkook al estar en la hermosa isla Maldivas. Visitaron todos los sitios posibles, además que Jimin cada día que pasaba ahí mejoraba. El médico les dijo que el pequeño mejoró mucho y que el estrés disminuyó.

Jeon se sintió demasiado tranquilo al saber que su hijo y su novio estaban mejor. Moría de ganas por tenerlo entre sus brazos y decirle cuando lo amaba. Claro que también moría de ganas de hacer a Jimin su esposo, ya lo tenía todo planeado el pelinegro, le contó a su hermano que en cuanto Jimin diera a luz a su hijo, le pediría matrimonio como se debe.

Esperaba con ansias aquel momento, moría de ganas por ser el esposo de Park Jimin.

Desde el balcón de su gran casa en el mar, miró a Jimin jugar en el agua, había un pequeño tiburón a su alrededor. Su novio parecía no tenerle miedo, además que los guías le dijeron que eran muy inofensivos y que podrían incluso bucear con ellos.

—¡Amor ten cuidado, por favor! —le grita Jungkook a Jimin.

El rubio seguía riendo nadando con el pequeño tiburón hasta que este fue, sonrió como nunca y giró su cabeza para ver al amor de su vida.

—¡Kookie, ven, vamos a nadar un poco, anda ven! —Le hizo un tierno puchero que por supuesto Jeon no se negó.

Salió de la casa bajando las pequeñas escaleras, las cuales eran tapadas por el agua del gran mar. En un santiamén ya tenía a Jimin abrazado mientras se repartían besos en todo su cuello blanquecino.

—¿Dónde está el tiburón amor?

—Se fue hace unos minutos, creo que se fue con su mamá.

Eso sonó demasiado tierno para Jeon.

—Si creo que sí, me sorprendió que no le tuvieras miedo.

—Era pequeño, si fuera gigante hubiera gritado con todas mis fuerzas. O creo que me hubiese comido.

Suelta una carcajada ante imaginar eso.

—Créeme que lo mataría, si él te hubiera comido, lo haría ceviche.

Jimin seguirá quedando cara a cara con Jungkook, no lo pensó mucho y besó sus labios con amor. El pelinegro se sorprendió un poco, pero no tardó en corresponderle, estaban ellos en su burbuja de amor dónde nadie pudiera hacerles daño.

Eso era lo único que querían ambos.

—Vamos a preparar la comida amor, ya es un poco tarde y el sol está a punto de meterse.

La verdad se la habían pasado todo el día relajándose en el bello lugar, tanto que no se dieron cuenta de que estaba oscureciendo.

—Muy bien, ¿Quieres algo en especial Kookie?

—Mmm... la verdad no nene, sorpréndeme.

—Muy bien vamos amor, te haré una cena rica.

—Te ayudaré no quiero que te sobreesfuerces.

Le dio un pequeño piquito en sus labios y entrelazaron sus manos para salir del agua. Al salir fueron a darse una ducha y salir con sus pijamas para poder hacer la cena.

Como toda una pareja que se aman.