"A escondidas"

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Era un viernes como cualquier otro, Mayte Lascurain estaba llegando a su casa después de un largo día de trabajo en compañía de su hermana Isabel, su familia se encontraba cenando pero ella tenía un plan muy diferente para esa noche, desde que había terminado su compromiso se había dejado llevar una vez más por aquel juego que sólo un seductor como lo era Manuel Mijares podía convencerla de jugar.

Don Alfonso: Buenas noches hijas -Las saludó.

Isabel: Buenas noches papi -Saludó plantandole un beso en la mejilla.

Mayte: Buenas noches -Saludó mientras dejaba su chamarra sobre el sillón. Dónde están todos los demás? -Preguntó con curiosidad.

Gaby: En sus cosas, ya sabes -Alzó los hombros.

Mayte: Mmm -Suspiró.

Doña Mimí: Estás bien Maytecita? -Preguntó al notarla un poco extraña.

Mayte: Si mami -Asintió. Solamente estoy muerta de cansancio -Suspiró.

Gaby: Mucho trabajo hoy? -Las miró.

Isabel: Muchísimo -Asintió.

Mayte: Me urge tocar mi cama y quedarme profundamente dormida -Dijo mientras se sentaba a la mesa.

Micaela: Van a cenar señoritas? -Preguntó amablemente.

Isabel: Yo sí Mica -Asintió. Pero que sea algo ligero por fa -Le pidió.

Mayte: Yo no, solamente traeme un té por fa -Sonrió.

Micaela: En un momento les traigo lo que ordenaron -Asintió.

Micaela se fue a la cocina y la familia se quedó platicando en el comedor, unos minutos después regresó con lo que le habían pedido y le agradecieron, pasaron un rato bastante agradable en compañía de su familia antes de subir a sus habitaciones y descansar, Mayte tenía unas enormes ansias de que las luces de la casa se apagaran para desaparecer entre la obscuridad, como siempre contaría con la ayuda de su cómplice, confidente, hermana y mejor amiga, en cuanto todos se fueron a descansar las Lascurain subieron a su habitación y mientras una de ellas se preparaba para dormir la otra se arreglaba para ir a reunirse con quien era el dueño de todos sus suspiros.

Mayte: Ya casi estoy -Dijo mientras se peinaba el cabello.

Isabel: Estás completamente loca Mayte -Susurró mientras se metía a la cama. Dios no quiera que un día de estos mis papás se den cuenta porque nos matan a las dos o a ti te mandan de monja -Suspiró mientras se cruzaba de brazos.

Mayte: Eso no va a pasar Isa -Negó mientras se pintaba los labios. Prometo que voy a salir con cuidado y regreso a una hora adecuada para poder subir sin problema -La miró.

Isabel: Está bien -Suspiró. Confío en tu criterio -Dijo mientras alzaba las manos.

Mayte: Cómo me veo? -Sonrió.

Isabel: Preciosa como siempre -Le devolvió la sonrisa. Manuel es un idiota con suerte y no se da cuenta -Bufó un poco irritada.

Mayte: Ay! Creo que ya llegó -Dijo mientras se asomaba por la ventana.

Isabel: Vete con cuidado Mayte -Le pidió. Y por favor no hagas tantas locuras -Dijo seriamente.

Mayte: No te prometo mucho -Se rió mientras tomaba su bolso y sus tacones. Adiós -Le aventó un beso mientras salía sigilosamente de la habitación.

Isabel negó al verla salir y pensó en que sino la amara tanto ni loca la ayudaría a hacer ese tipo de cosas, se levantó de la cama para ver por la ventana y asegurarse de que su hermana se subiera sana y salva al auto de Manuel, al ver que así fue regresó a su cama y se arropó para dormir, mientras tanto en el auto se encontraba Mayte luchando por ponerse los tacones bajo la vista divertida de Manuel.

Siempre MaynelWhere stories live. Discover now