Era una noche de domingo muy especial para las Lascurain, después de tanta espera al fin ese día se estrenaría en México el programa en el que estaban participando Isabel y Joss, Mayte estaba muy orgullosa de ver a su sobrino comenzar un nuevo proyecto que poco a poco lo ayudaría a seguir forjando su camino, también de ver a su hermana enfrentar un nuevo reto y divertirse al lado de su retoño, sabía que había invitado a varios amigos y compañeros, pero ella le había advertido que se iría en cuanto terminara el programa porque como ya sabía no le gustaban las fiestas ni desvelarse, sólo iba a hacer acto de presencia para acompañarlos y disfrutar juntos del primer programa, la castaña justo estaba terminando de arreglarse cuando se vio interrumpida por la llamada de su hermana y enseguida la atendió.
Mayte: Hola nena, que pasa? -Le preguntó mientras se ponía gloss.
Isabel: Hola chi -La saludó por teléfono. Ya vienes? -Le preguntó.
Mayte: Si, ya casi voy saliendo para allá -Le respondió. Por? -Le preguntó con curiosidad.
Isabel: Porque no vaya a ser que al final no vengas -Le dijo seria.
Mayte: Jamás dejaría plantado a mi niño -Dijo indignada.
Isabel: Más te vale María Teresa, acá te esperamos -Dijo un poco atareada.
Mayte: Ahorita nos vemos, te dejo para que sigas haciendo tus cosas -Se río al imaginar lo apurada que andaba.
Isabel: Órale, adiós -Dijo antes de colgar.
Después de echarse un último vistazo en el espejo Mayte tomó sus llaves y salió de su casa, al subirse a su auto tomó rumbo a casa de Isabel y no tardó mucho en llegar, enseguida que le abrieron la puerta saludó amablemente y caminó a la sala para encontrarse con su hermana, cuando las Lascurain se vieron se saludaron con un fuerte abrazo, hace poquitos días que se habían visto, pero nunca perdían la costumbre de demostrarse lo mucho que se quería
Isabel: Que guapa vienes hermana -Sonrió mientras la veía.
Mayte: Ay no! Para nada, pero tú sí que estás chula Isabelita -Sonrió. Oye, que padre quedó todo -Dijo mientras observaba el jardín.
Isabel: Verdad que si? -Sonrió mientras imitaba su acción.
Mayte: Y a qué hora llegan todos los demás? -Le preguntó.
Isabel: Pues en un ratito más, aún falta para que se estrene el programa -Dijo mientras se sentaba en la sala. Vente, siéntate, vamos a tomarnos algo mientras esperamos -Dijo haciéndola salir de sus pensamientos.
Mayte: Si, traigo bastante calor -Dijo mientras se sentaba al lado de su hermana.
Mientras las hermanas se ponían al día disfrutaron de una refrescante limonada, un rato más tarde bajó Joss y llenó de besos a su madrina, Mayte disfrutaba muchísimo esos ataques de cariño por parte de su sobrino porque ya no eran tan recurrentes, se sentó a platicar con ellas y a Mayte se le caía la baba al escucharlo hablar tan emocionado de su proyecto, sin duda su niño ya era todo un hombrecito.
Poco a poco fueron llegando los invitados y los anfitriones de la noche los recibieron con muchísimo gusto, Mayte saludó de mil amores a todos y andaba muy sociable, eso era un poco raro en ella, su batería social se acabó cuando escuchó a lo lejos aquella voz masculina que conocía a la perfección, sin perder tiempo se escabulló y se fue al rincón más oculto, no tenía ganas de saludarlo, ni siquiera tenía ganas de verlo, ni ella misma sabía que le pasaba, porque Manuel no le había hecho nada en especial, quizás era que esa noche no tenía ganas de enfrentar todo lo que para ella significaba verlo.
Lucerito: Mi May, qué haces aquí tan escondida? -Le preguntó.
Mayte: Mi amor, hola, cómo estás mi niña? -La saludó con mucho amor. Yo escondida? No, para nada -Dijo disimulando.
