Había sido un sábado muy movido para las Pandora, ya pasaba de la medianoche y Mayte se encontraba llena de adrenalina y emoción por el show tan maravilloso que acababan de tener, jamás le iba a ser indiferente tener a tantas almas gritando y aplaudiendo por ellas, nunca iba a olvidar el sentimiento de tener a tantas personas cantando sus canciones junto con ellas haciéndose una misma voz, sin duda amaba su carrera, después de tanto estaba agotada pues un palenque nunca es cosa fácil y lo único que quería era llegar a casa para dormir, pero sus problemas personales no la dejaban en paz, y es que estar entre dos amores nunca es fácil, por un lado estaba el hombre que más bonito la había querido hasta ese momento y por el otro estaba el hombre que sin aún saberlo sería el amor de su vida.
Mayte: Y estas flores? -Preguntó al entrar al gran camerino que compartía con Isabel y ahora con Liliana.
Liliana: No son para mí -Negó rápidamente.
Isabel: Para mí tampoco creo -Dijo mientras la veía.
Mayte: Entonces son para mí, no creo que sean para Cucú -Dijo mientras se acercaba al arreglo.
Isabel: No pues no -Se rió.
Mayte tomó la tarjeta que estaba al frente y cuando la abrió para leerla supo que nuevamente era él, una vez más le había mandado flores, no entendía porque le hacía eso, ella le había pedido que parara porque ya había decidido dejarlo a un lado y casarse con su novio, no quería que la confundiera, pero le mandaba flores desde incluso antes de enterarse de su compromiso, sin falta en cada show se encontraba con un enorme ramo de rosas en su camerino.
Isabel: Otra vez? -Le preguntó al verla tan afectada leyendo la tarjeta.
Mayte: Otra vez -Asintió. No sé que busca haciendo esto -Suspiró.
Isabel: No lo sabes? -La miró. Ese hombre lleva muchísimo tiempo tratando de acercarse a ti nuevamente -Le recordó.
Mayte: Si lo sé -La miró. Pero no lo entiendo -Dijo sinceramente.
Isabel: Ay hermana mía! -Dijo mientras la abrazaba. Yo solo te puedo decir que hagas lo que te dicte tu corazón -Dijo mientras le daba un pequeño beso en la frente.
Mayte: Es que lo que me dice mi corazón no se siente correcto -Negó.
Liliana: A veces vale la pena tomar ciertas decisiones aunque no se sientan bien -La miró.
Isabel: Lili tiene razón -Asintió. Además yo nunca entendí porque te alejaste de él si parecía que las cosas iban tan bien entre ustedes -Dijo sinceramente.
Sin decir nada Mayte tomó su anillo de compromiso que tenía guardado en su bolsa para ponerlo nuevamente en su dedo y también tomó el bonito ramo de rosas que le habían mandado pues no tenía corazón para dejarlas marchitarse ahí, después las tres tomaron sus cosas para salir del lugar y las hermanas Lascurain se despidieron de su compañera pues se iban en camionetas diferentes ya que después del show tenían rumbos bastante alejados, en todo el camino Mayte había estado muy callada e Isabel sabía que eso era porque tenía mucho ruido en la cabeza, no la quiso molestar así que solamente recostó su cabeza en su hombro y la acompañó en ese momento.
Al llegar a casa el chófer les abrió la puerta y ellas le agradecieron por sus servicios, Isabel decidió preguntarle a su hermana si todo estaba bien antes de entrar a casa pues no quería que sus papás empezaran a hacerle preguntas incómodas si la notaban rara, la castaña le aseguró que estaba bien y que no se preocupara por ella, aunque mamá gallina la notó sincera quiso cerciorarse así que le pregunté una vez más.
Isabel: Segura que estás bien? -Le volvió a preguntar.
Mayte: Si gordita -Asintió. Nada más que a veces quisiera poder entender como piensan los hombres -Dijo seriamente mientras veía el ramo.
