A falta de imaginación para capítulo... Relato.
Después de esperar dos largos años al fin Mayte y Manuel se habían convertido en marido y mujer, ese día ante un juez y un cura habían dado el "Sí" a la unión de sus vidas, la boda se estaba celebrando a lo grande en un bonito jardín, los novios estaban más que felices disfrutando de la fiesta con sus familiares y amigos, todo había sido tan mágico como lo había imaginado y deseado, eran alrededor de las 11:00pm y Manuel ya estaba muy ansioso por irse a su hotel, por otro lado Mayte estaba un poco nerviosa e insegura pues no sabía nada del tema.
Manuel: No crees que ya es momento de irnos amor? -Preguntó mientras acariciaba su cintura y dejaba un pequeño beso en su hombro.
Mayte: No estás feliz? -le preguntó haciendo puchero y pasando sus brazos al rededor de su cuello.
Manuel: Muy feliz -Sonrió mientras acariciaba su mejilla, pero con toda la gente que está aquí no puedo explorar lo que llevas debajo de este enorme vestido -Se acercó a susurrarle al oído.
Mayte se sonrojó y soltó una pequeña risita que después él imitó, pensó unos segundos en que responder hasta que se atrevió a jugar un poco con él y así seducirlo.
Mayte: Y si te dijera que no llevo nada debajo? -Preguntó mientras se mordía el labio.
Al escuchar eso Manuel sintió el calor aumentar en su cuerpo, el saber que probablemente no llevaba nada lo hizo excitarse, llevaba un buen rato pensando en lo que Mayte se había puesto para él y no podía esperar más para averiguarlo.
Manuel: Harías que me dieran unas enormes ganas de hacerte mía en el primer rincón a solas que encuentre -Dijo mientras acariciaba su espalda.
Mayte se sonrojó y su respiración comenzó a hacerse un poco pesada al sentir sus caricias en su espalda, cada vez que Manuel la tocaba encendía sentidos que hasta ahora no había dejado explotar, afortunadamente su suegra apareció segundos para interrumpir a tiempo el momento íntimo que se estaba dando entre ellos.
Doña Pilar: Hijo -Interrumpió.
Manuel: Mamá -Sonrió. Que tal la estás pasando? -Preguntó.
Doña Pilar: De maravilla, hijo, me encanta verte feliz al lado de Maytecita -Les sonrió mientras los veía tiernamente. Me lo prestas? Quisiera bailar con él -Se dirigió a Mayte.
Manuel: No te importa cielo? -La miró.
Mayte: Para nada -Les sonrió. Estaré con Isabel, amor -Dijo mientras le daba un dulce e inocente beso a Manuel. Te amo -Sonrió.
Mayte se fue y dejó a Doña Pilar hablando con su hijo.
Doña Pilar: Te tiene tonto -Sonrió.
Manuel: No es perfecta? -Sonrió mientras la observaba irse.
Doña Pilar: Muy -Lo tomó del brazo. Espero que al regreso de su luna de miel me digan que voy a ser abuela -Sonrió.
Manuel: Ay madre! -Sonrió. Yo también lo espero, nada me haría más feliz que tener un hijo con Mayte -Susurró.
Al otro lado del jardín, Mayte no terminaba de recibir las felicitaciones de sus invitados a las que ella amablemente agradeció, irradiaba felicidad y aquel día estaba siendo el segundo día más feliz de su vida, porque evidentemente el primero había sido cuando conoció a Manuel, su padre se acercó a ella y la abrazó, Mayte se permitió llorar en el momento, al abrazo se sumó su madre también haciendo que la nueva señora Mijares llorara aún más, poco después se encontró con su hermana Isabel quien estaba de lo más divertida con uno de los amigos extranjeros de su ahora esposo.
