Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA.

60.- Final

El tiempo... un amigo mortal con el cual nunca sabrás si jugará a tu favor o en tu contra, ¿Quién no quisiera tener el control del tiempo y de lo que pasará? Por ejemplo, muchas veces queremos tener el control de este para regresar al momento en el que fuimos completamente felices y volver a revivirlo una y otra vez, o simplemente regresar en el momento justo antes de tomar una decisión errónea que nos costaría un sin fin de cosas y evitar un sentimiento desagradable, otro ejemplo, teniendo el control de tiempo podríamos evitar la muerte de un ser querido, lamentablemente no podemos poseer eso.

PARA: LAURA EVIL TWIN VILLA @ 03:40 AM.

¿Crees que debería hacerlo?
Enviado.

DE: LAURA EVIL TWIN VILLA @ 03:41 AM.

Creo que al menos deberías contarle, Calle.

PARA: LAURA EVIL TWIN VILLA @ 03:41 AM.

No lo sé Lau, no creo que haya algo por contar, y espero que tú no le digas nada de esto a Gabriel.
Enviado.

DE: LAURA EVIL TWIN VILLA @ 03:42 AM.

Está bien no le diré,  pero confío que harás lo correcto ¿Me lo prometes?

Antes de que la morena respondiera escuchó unos pasos acercarse a ella, rápidamente bloqueó su teléfono haciéndose la distraída.

—¿Qué haces despierta a las tres de la mañana amor?— preguntó Poché rodeando la cintura de Daniela que se encontraba recargada del barandal en aquel balcón en un hotel en Paris.

—Estaba escribiéndole a Laura unas cosas que debe hacer en el restaurante— mintió ligeramente Daniela.

—Volvamos a la cama, está helando aquí— dijo su novia frotándose los brazos de arriba abajo.

Daniela quería decirle que deseaba quedarse ahí un rato más pero si lo hacía su novia le iba parecer extraño aquel comportamiento.

—Vamos.

Ambas se acostaron en aquella cama enorme, Daniela sintió los brazos de Poché rodearle la cintura y una pierna encima de la de ella, en esa posición la castaña podía ver desde la ventana una parte de la Torre Eiffel con sus destellos de luces y algunos edificios iluminados, no había mucha diferencia entre Paris, la ciudad de las luces y Nueva York, la ciudad que nunca duerme, siempre iba a ver ruido y personas nocturnas.

Pero había una cosa que Daniela tenía claro mientras admiraba las luces del complejo más turístico de la ciudad, era que su novia siempre iba a ser su prioridad sin importar qué.

-

Un cosquilleo era lo que sentía Daniela en su rostro estando en un profundo sueño, se rehusaba a despertar.

—Amor despierta— escuchó vagamente la voz de Poché a la vez sintiendo sus besos— despierta— la besó de nuevo —Despierta— pidió besando ahora su cuello, cuyo beso causó una electricidad en su cuerpo.

—Ya, ya, ya estoy despierta— informó sin abrir los ojos.

—¿Qué quieres hacer hoy?— Poché se posicionó encima de Daniela quedando a horcajadas de ella.

—¿Podemos quedarnos en cama todo el día?— preguntó la castaña acariciando la cintura de su novia encima de la pijama.

—Pero es que ya tenía todo un día planeado— anunció Poché con un pronunciado puchero.