46.- Galactica Star

12.6K 828 110
                                    

POCHÉ

La noche había pasado de forma rápida, así como mis horas de sueño, dormí al menos tres horas, me sentía ansiosa, feliz, y muchos sentimientos que no podía describir, y todo porque finalmente mi novia me amaba y no solamente yo sentía esto.

¿Alguna vez han mirado a alguien y se han preguntado lo afortunados que somos por tener a esa persona en nuestra vida? Ahora mismo me sentía la persona más afortunada con tan solo observar a mi novia dormir a mi lado después de no verla, tocarla y sentirla por todo un mes.

No sabía cuánto tiempo me había quedado observándola, lo único que sabía es que era la vista más bella que había visto.

—Sí me sigues viendo así me voy a desgastar— moduló aún con los ojitos cerrados y su voz adormilada.

—¿Puedes culparme? Eres hermosa— me acerqué a ella depositando un ligero beso en su frente —Mi hermosa— ahora los besos los repartía por toda su cara.

—¿Tiene mucho que te despertaste?— preguntó acomodándose en la cama.

—Casi no pude dormir— respondí, de inmediato su facción se tornó a una preocupada.

—¿Tuviste alguna pesadilla?— negué con una sonrisa— ¿Entonces?— preguntó confusa.

—Hace tiempo que no tengo pesadillas— hace unas semanas había empezado ir al psicólogo unas cuantas veces pero lo tuve que suspender por falta de tiempo, pero las pocas sesiones que tuve me habían ayudado —No podía dormir de los feliz que me sentía, extrañaba verte, chiquibombón— sus mejillas se tornaron rosadas e hizo unos sonidos de bebé subiéndose encima mío y esconder su rostro en mi cuello.

Así quería estar con ella siempre.

—Feliz mes aniversario atrasado— formulé acariciándola por la espalda.

—Amor, perdón por no regalarte nada— mencionó con su vocecita de culpa y sentí mi corazón estrujarse, tomé sus hombros y la aparté ligeramente para ver su rostro.

—Creí que todo lo que hicimos en la noche era mi regalo— su risa se hizo sonar por toda la habitación combinada con la mía.

—Entonces estamos a mano— la sujeté del rostro y junte nuestros labios.

Ambas estábamos perdidas en nostras perdiendo la noción del tiempo hasta que unos golpes constantes en la puerta de la recamara explotó nuestra burbuja.

—¡Hey conejas, paren un momento que tenemos hambre y queremos ir a desayunar!— gritaron nuestros amigos, instintivamente cubrí a Daniela con la sábana, sabía que era cuestión de segundos para que entraran a la habitación ignorando todo.

—Váyanse, interrumpen mi luna de miel— grité mientras buscaba en el suelo nuestras prendas.

—Tienen veinte minutos para estar listas o entraré a esa habitación como sea que estén, sobre aviso no hay engaño— amenazó Gabriel al otro lado de la puerta, escuché sus pasos alejarse y seguido del televisor encenderse en los noticieros.

—Te diría que ahorremos agua pero no quiero que Gabriel vea a mi novia en la ducha— bromeé guiñandole un ojo, recibiendo por respuesta un almohadazo, dios, como la extrañé.

—Pero miren este santo milagro, ¿Al fin regresaron?— molesté a la pareja que se encontraba apenas desayunando, no aguantaron nuestra tardanza abandonándonos para adelantarse a comer.

—Estamos en términos de negociaciones, falta firmar la parte final del contrato— respondió Laura antes de morder un pedazo de sandía.

—¿Que anoche no firmó tu contrato Gabriel?— comenté con picardía, vi como Laura tomó un pedazo de pan arrojándolo a mi dirección, por suerte lo esquivé, ¿Que sucedía hoy con la gente y arrojarme cosas?

Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora