Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA.

24.- Medellín

POV POCHÉ

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, con mucho frío y con un ruido realmente molesto, mi mente no era capaz de procesar lo que estaba ocurriendo, me negaba abrir los ojos.

Estaba quedándome de nuevo dormida cuando de nuevo aquel ruido se hizo presente, reconocí que era una llamada, con pesar abrí un ojo, estiré mi brazo hacia la mesa de noche que de mi lado izquierdo, bufé al ver el nombre de la persona que me llamaba en la pantalla.

—¡Hasta que se te ocurrió contestar!— gritó la persona al otro lado de la línea causándome un dolor más fuerte en la cabeza.

—Bájale a tu tono de voz que en estos momentos siento que me va a explotar la cabeza— dije en un tono parecido a un susurro, me dolía la garganta a su vez la sentía seca —Agh, tengo mucha sed.

—Me importa un carajo que tengas sed, te he estado llamando toda la mañana ¿Que tanto has estado haciendo? Gabo también te ha estado llamando y Calle está muy preocupada— rodé los ojos al escuchar el nombre de Calle, inmediatamente me enojé de nuevo.

—Escúchame bien Valentina, lo que haga te debe de tener sin cuidado— dije —Solo quiero que sepas que estoy bien.

—¿Dónde estás?— preguntó soltando un suspiro.

—Creo que estoy en Medellín— quité con cuidado el brazo que rodeaba mi cintura y me levanté hacia el ventanal —Sí, definitivamente estoy en Medellín— confirmé una vez que reconocí en donde estaba.

—¿Cómo llegaste a Medellín?

—No lo sé, lo único que sé que, es que amanecí con Michael— quité mi vista de las montañas que tenía enfrente, me giré y vi a Michael durmiendo plácidamente.

—¿Michael?¿El basquetbolista o el actor?— preguntó, de fondo se escuchaba unos ruidos pero no le tomé importancia.

—El actor, ya te lo he presentado, Valentina— dije fastidiada ya quería terminar la llamada.

—¿A qué hora regresas?— cuestionó.

—En la tarde y necesito que me hagas un favor— dije con seriedad.

—Dime.

—Dile a Daniela que haga sus maletas, el jet la esperará en el aeropuerto en tres horas, mandaré a alguien por ella a tu casa y al aeropuerto de Nueva York en cuanto aterrice— caminé al baño y me puse la primera bata de baño que vi.

—¿No te irás con ella a Nueva York?— preguntó con preocupación.

—No, dile eso por favor, Ramón se va conmigo— eso me recordaba que tenía que reservar un vuelo hacia Bogotá y otro a Nueva York.

—Poché, es una falta de respeto que no te regreses con ella si vinieron juntas— reclamó con un tono de voz que siempre usaba para hacerme sentir mal —Ella quiere hablar contigo— dijo y sentí un revoltijo.

—Que bien, pero yo no quiero y ni pienso hablar con ella, así que dile lo que te acabo de decir... me tengo que ir— no le di oportunidad de replicar cuando decidí cortar la llamada.

Dejé mi teléfono en el lavamanos del baño y comencé a buscar un cepillo dental para poder cepillarme los dientes, de paso me daría una ducha. Cuando encontré el cepillo con un empaque nuevo comencé hacer mi limpieza bucal.

Me incliné para tomar agua del grifo para quitar los restos del dentífrico cuando sentí un par de manos tomar mi cintura y pegarme más al cuerpo de la persona, inmediatamente sonreí.