Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA.

22.- Descubrimientos

POV POCHÉ

Nervios, adrenalina, deseo, suavidad y esperanza...

Esas fueron las principales características que mi cuerpo manifestaba al sentir los labios de Calle sobre los míos. En los últimos años había besado infinidad de labios, pero esta noche comprobé que ninguno se acercaba a lo extraordinario que se sentía besarla. Tal vez eso sonó muy trillado, pero era la verdad.

Aún no podía asimilar que después de mi torpe intento de beso, ella terminó siendo la que me besó. En ningún momento creí que ella también sentía algo por mi debido a que estaba Ethan de por medio, sin embargo, eso me deja con dudas.

El beso era suave, jadee con perplejidad, no sabía lo que pasaba, cerré los ojos y me dejé llevar por sus dulces y suaves labios, sentía que en algún momento mi corazón saldría de mi pecho, pero al mismo tiempo una electricidad recorría mi cuerpo mientras sus labios acariciaban los míos con ternura y sin prisa... sin querer terminar lo que inició.

—Calle...— modulé en medio del beso

—¿Qué?— preguntó cortando el beso y mordiendo levemente mi labio inferior en el proceso.

Maldición, me derritió con esa acción.

—Tu manito me está lastimando mi golpe— dije uniendo mi frente junto la suya, ambas teníamos la respiración acelerada.

—Perdón— quitó ambas manos de mi cara, sentí tristeza al saber que ya no iba a pasar algo parecido, y alivio al dejar de sentir la opresión en mi mejilla lastimada.

—Deja de disculparte.

—Creo que es hora de irnos a dormir— alcé la ceja— Por separadas, boba— aclaró riendo.

—Sólo estaba bromeando— reí, separándome completamente de ella.

Me levanté del banquillo tomando la bolsa de brócolis metiéndolos de nuevo al congelador. Al girarme de nuevo hacia Calle vi que estaba perdida en sus pensamientos manteniendo la mirada en el piso. Probablemente se estaba arrepintiendo de lo sucedido.

—¿Te puedo preguntar algo?— pregunté tomándola por el mentón.

—Claro— respondió enfocando su vista en mi.

—¿Que significo lo de hace unos momentos?— pregunté con determinación, lo que ocasionó que desviara de nuevo su vista a una parte aleatoria de la cocina.

—Significa que solo vivamos el momento, ¿Te parece?— contestó cerrando los ojos para después depositar un tierno pico en mis labios.

No modulé nada, pero si eso era lo que ella quería, no tendría de otra que dejarme llevar por lo que proponía. Desconocía la hora que era, pero suponía que era tarde, la tomé de la mano y caminamos hasta la salida de la cocina.

—Ven gordo— le hablé a Ramón que en ningún se marchó de donde estábamos.

Al salir de la cocina apagué la única luz que nos alumbraba, dejando que la luz de la ciudad nos ilumine. Caminamos por el semi-oscuro pasillo donde se encontraba su habitación hasta llegar a la puerta.

—Te dejo dormir, en cuanto amanezca nos espera un largo día— dije eufórica— Buenas noches Calle.

No sabía si solo despedirme de ella verbalmente, o darle un beso en la mejilla o darle un beso en los labios, así que esperaba que ella diera ese paso.

—Buenas noches— hablo risueña.

—Vamos Ramón— ordené, pero no esperaba que mi hijo se metiera al cuarto de Calle y dormir ahí. Y pensar que en la tarde le gruñía —Pequeño traidor— espeté al ver como se acomodaba en la cama de la castaña.