Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA.

38.- Chocolate

NARRADOR

(+18)

La mente de Daniela estaba procesando las palabras de Poché, le había pedido ser su novia en un ambiente que cualquier persona amaría, en el ambiente que Daniela internamente siempre había querido que algún día alguien lo hiciera con ella.

Era más que claro su respuesta , ya tenía su decisión.

—No— sentío como el agarre de las manos de la peliazul perdían fuerza, su mirada era sorpresa pura, ella esperaba una respuesta rapida —No... Puedo esperar un día más sin ser tu novia— se apresuró a decir Daniela antes de que Poché saliera por la puerta y la dejara sola, sabía lo impulsiva que podía ser su ahora novia.

—Un día de estos me terminaras matando, no estoy en la edad para esas bromitas— dijo Poché con alivio, su sonrisa era tan amplia como una niña en navidad, sus ojos brillaban con tanta intensidad que hacia que sus ojos se vieran más verdes de lo usual —¿Entonces es un sí?— quiso confirmar.

—Es un sí— respondió Daniela cortando la poca distancia que las separaba.

Aquel beso no solo le reafirmaba ser su novia, también le afirmaba otra cosa que ambas deseaban pero que no se atrevían decir. 

Nada mejor que demostrar con hechos que con palabras.

Al principio el beso sólo era lento, cargado de amor e inocencia como lo había sido hasta ese entonces. El beso poco a poco se tornó intenso y necesitado para ambas, Poché no se atrevía a hacer algún movimiento por temor que Daniela se alejara por ir tan rápido, pero ella no sabía que Daniela también quería lo mismo que ella, hasta que la castaña decidió dejar de besar los labios de su novia y hacer un camino de besos húmedos hasta llegar a su cuello.

Sin evitarlo Poché su respiración se entrecortaba por los besos que dejaba Daniela en la zona de su pulso, cerró los ojos disfrutando más el contacto, sus piernas se debilitaban conforme el paso del tiempo.

—Calle...— musito Poché con dificultad.

—¿Que?— preguntó Calle sin dejar de disfrutar el cuello de Poché.

—Creo que deberíamos parar—  dijo Poché con toda la poca voluntad que tenía, con sorpresa y confusión Daniela se separó de ella.

—¿Por que? ¿Hice algo mal?— preguntó con temor Daniela, rápidamente Poché se acercó y la besó lentamente encargándose de eliminar esos pensamientos negativos.

—No, solo que... te acabo de pedir que seas mi novia y dar el siguiente paso es algo apresurado ¿No crees?— le confesó con timidez, Poché no esperaba tener relaciones con Daniela aún, quería ir lento, no tenía prisa en adelantar las cosas, ella estaba segura que Daniela le indicaría cuando llegara la hora.

—¿Podrías callarte por una vez en tu vida?— le reprendió —Quiero esto tanto como tú, así que por favor deja de hablar y pensar, y tan solo déjate llevar— Daniela la tomó de las mejillas besándola ferozmente, su libido estaba al tope y tenía que bajarlo de alguna manera.

—Mhmm, esta bien— dijo Poché entre besos —Pero vayamos a la recamara, no lo haremos en la sala— le hizo saber causando una carcajada en la morena.

Apagaron con rapidez todas la veladoras, dejando solo encendida la chimenea, Poché con picardía tomó el bote de chocolate del postre, tomó la mano de Daniela ,con prisa y tropezones torpes subieron las escaleras hasta llegar a su habitación.

—Me estoy congelando— dijo Calle abrazándose así misma.

Sin decir nada, Poché comenzó a encender la chimenea de la habitación, la luz que emitía el fuego creaba una atmósfera tenue, no había necesidad de tener las luces encendidas, las dos podían verse sin problema alguno.