31.- From the hood

13.1K 898 184
                                    

CALLE

—No estoy segura de esto Calle— replicó Poché con inseguridad.

—Cállate y entra de una maldita vez— ordené tomando su mano.

Ella con rapidez apartó su mano de la mía causando que me desesperara, no estaba con los ánimos de rogarle.

—¡Entra ya!— le grité, ya me había estresado su indecisión.

—¡Por dios!— chilló —Que calientito y relajante es esto— dijo en cuanto sumergió todo su cuerpo en el jacuzzi de mi casa.

El clima en Nueva York siempre se mantenía frío desde hace varios días, apenas estaba entrando el invierno, las primeras nevadas ya se hacían presentes.

Se me había ocurrido la idea de meternos al jacuzzi sin importarme el frío que estaba haciendo. Habían transcurrido dos semanas desde que regresamos de Los Hamptons, nos veíamos todos los días, ocasionalmente me acompañaba al restaurante para verme cocinar, cuando ella tenía mucho trabajo optábamos comer en su oficina.

—Y tú llorando porque no te querías meter por el frío— le sonreí con burla.

—Es que solo a ti se te ocurre meterte al jacuzzi cuando está nevando— volteó los ojos y reposó ambos brazos en los lados del jacuzzi.

—¿Qué ordenaste de comer?— pregunté, minutos antes había pedido domicilio diciendo que no quería cocinar, pero ella jamás cocinaba y yo era la que terminaba cocinando.

—Pedí pizza y raviolis— humedeció sus labios— Hoy vamos a cerdear, así que prepara esa bonita barriguita tuya— dijo con una gran sonrisa —Por cierto, me gusta este jacuzzi, creo que tendré que cambiar el mío—  comentó acarició los bordes del jacuzzi.

—¿Cuando me enseñaras tu casa?— cuestioné —Llevamos varios meses de amistad y solo conozco unos de tus hoteles, la casa de Los Hamptons y la casa de tu hermana.

Me inquietaba no saber dónde vivía Poché, cuando le cuestionaba sobre el tema su respuesta a todo era <Algún día te llevaré> y hasta el momento ese día no había llegado.

—Pronto, lo prometo— rodé los ojos al escuchar su típica respuesta, ya me había acostumbrado.

—A veces pienso que vives debajo de un puente y es por eso no conozco tu casa— manifesté bromeando.

—Un puente suena lindo— sonrió —Pero no, no vivo debajo de un puente, así que puedes estar tranquila.

Pasaron algunos minutos cuando el sonido del citofono se hizo escuchar, Poché salió con rapidez del jacuzzi tomando una bata que colgaba del toallero, caminó hasta la sala para tomar la llamada proveniente de recepción.

Los repartidores no tenía permitido el acceso a los departamentos por cuestión de seguridad, uno tenía que bajar por sus pedidos, era tedioso pero seguro.

—Perfecto, en un minutos bajo, gracias — dijo antes de colgar —La comida llegó, me pondré algo cómodo y voy por ello— tomó su equipaje, sacó de este un cambio de ropa y entró al baño

Salí del jacuzzi y tomé una toalla enrollándolo en mi cuerpo, tal vez si era una mala idea entrar al jacuzzi cuando nevaba.

—Ya vengo— avisó Poché entrando al ascensor que conectaba la recepción con el departamento.

En lo que ella iba por la comida, aproveché en tomar una ducha.

—Esto es muy delicioso— formuló al darle un bocado al ravioli.

Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora