NI PORQUE BAJE AL INFIERNO

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Latigazo tras latigazo sonaba en aquel sótano oscuro y húmedo, donde sólo se podían ver dos siluetas, una parada y otra arrodillada en el suelo.

--Vamos Naruto, ¿ya no vas a suplicar que pare? -- el tono burlón que ocupó Kushina, hizo que Naruto alzará la vista ya empañada por la sangre que escurria de su frente. --Que linda expresión --.

El rubio cerró los ojos con fuerza al sentir la húmeda y caliente lengua de su mamá en el cuello, donde Kushina se deleitaba probando la sangre de su bastardo.

--Tan débil, tan patético, tan sumiso -- susurró antes de dar un fuerte rodillazo en el estómago del rubio, quien escupió sangre y un diente ante el inesperado golpe. --Que sucede Naruto, ¿acaso no disfrutas que te toque? -- pregunto al meter su mano en el pantalón de su hijo, quien se removió con las pocas fuerzas que tenía.

--Por favor mamá, no -- suplico con lágrimas en los ojos al tener esa mano masajeando su dormido pene.

-- No que -- quiso saber la Alfa al seguir con el ritmo sobre su mano y retomar las lamidas en el cuello canela de su hijo.

--Por favor no lo hagas -- suplicó ya con la voz rota.

--Pero si es Sasuke, ¿lo dejarías? -- pregunto al retirar la mano de aquel pantalón y caminar hasta su olvidado látigo, para continuar con los golpes. Pero al llevar ya una semana de castigos y azotes, Naruto estaba en su límite, por eso cuando Kushina vio que este se desmayó, soltó de nuevo el látigo.

Sin tener piedad o lástima, dejo a Naruto colgado y salió del sótano. Viendo que Minato estaba en la sala con una expresión triste.

--¿Quieres ir a ayudarlo? ¿consolarlo? ¿curarlo? -- Minato supo que su Alfa se estaba burlando, por lo que sólo bajo la mirada al suelo. --Cierto, no puedes -- susurró al caminar a las escaleras eh ir a su habitación.

Pero por primera vez en mucho tiempo, Minato desobedecio a Kushina. Quien corrio hasta el sótano al ver que estaba sólo, para ver a Naruto.

Todo el valor que había reunido, desaparecieron cuando vio a su hijo colgado del techo por cadenas en las muñecas, siendo su único soporte las rodillas.

--Na-Na, hijo yo -- se acercó al rubio menor, quien estaba bañado en su propia sangre, pero al intentar tocarlo, este reaccionó y se movió de manera violenta.

--¡No me toques asqueroso Omega! -- Minato lo miro con terror antes de salir corriendo de ahí mientras lloraba desconsoladamente.

Dejando a Naruto fuera de si y moviéndose bruscamente, logrando abrir antiguas heridas. Pero al estar alterado, lo único que deseaba era ya no tener que soportar los toques asquerosos de su madre. Los cuales subían cada vez más de nivel.

Recordando que hace poco, Kushina lo empezo a besar con brusquedad hasta romperle la boca por lo salvaje que era. Y ahora eran los toques a su cuerpo.

Pero sabía que de ese infierno no podía salir, no cuando era tan débil y patetico para poder salvarse por él mismo.

Hasta que una pequeña sonrisa y ojos color onix le llegaron a la mente, sin darse cuenta sonrió ante el recuerdo de Sasuke.

Por él debía aguantar una semana más de castigos, antes de poder verlo otra vez.

Miro al suelo y vio con horror cuanta de su sangre estaba salpicada por doquier. Vio su estómago y noto que había varias heridas abiertas y otras ya habían cerrado.

--Sasuke, Sasuke, Sasuke -- susurró con una sonrisa en sus labios al desear abrazar al pequeño. --Mi pequeño Sasuke, ¿estas durmiendo bien? ¿si comes a tu hora? -- se preguntaba él mismo antes de cerrar los ojos y desmayarse.

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Un click inundó aquel oscuro y silencioso lugar, dejando caer el cuerpo del rubio al frío y húmedo suelo, quien soltó un quejido de dolor ante el nuevo golpe.

--Terminamos la parte de los castigos, ahora viene el entrenamiento. Mañana a primera hora te quiero en el bosque de la muerte -- sin decir algo más Kushina, salió del sótano.

Quedándose Naruto sólo otra vez, quien por los golpes y tener entumidas las piernas y brazos, no podía ni moverse.

Así que sin tener prisa, se quedo en el suelo mientras sentía como sus párpados pesaban cada vez más.

Realmente había entrado en un estado de relajación, uno que conocía muy bien. Porque era el mismo sentir cuando dormía abrazando a Sasuke.

Con ese pensamiento, se levanto con la poca fuerza que tenía para dirigirse a la entrada del sótano. Sabía que si descansaba, iba a morir, y era algo que no podía permitirse, al menos aún no.

Cuando logró llegar a la sala, cerró los ojos al sentir como la luz lo estaba matando. Por lo que camino a las escaleras y subió a su habitación.

Importandole poco como lo veía Minato, quien no se espero ver ese día a su hijo al fin libre de los castigos de Kushina. Cuando salió de su asombro, se levantó del sillón y corrió para alcanzar a su pequeño y preguntarle como estaba.

Pero Naruto le cerró la puerta de golpe en la cara, dejando al Omega con un dolor horrible instalado en su pecho por como lo trataba su hijo.

Algo que dejaba a Kushina feliz, quien vio todo desde la esquina de las escaleras, porque sabía que poco a poco estaba quebrando a Naruto.

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Aquí está este cap.

TU MI LUNA Where stories live. Discover now