TU MI LUNA

Y ME QUEME CON SUS LLAMAS (14)

Naruto soltaba incontrolables jadeos de cansancio, pero sabía que no podía bajar la guardia. Al menos no cuando era cazado por su madre, quien no dudaría en matarlo si veía la oportunidad.

Por lo que al escuchar una rama romperse detrás de él, puso sus brazos frente a él en forma de cruz, al tiempo exacto antes de recibir de lleno una patada de su madre. Pero aunque logró bloquear, la fuerza descomunal de la mujer, lo hizo salir volando hasta chocar contra un árbol.

Lástima que no pudo quejarse ni recuperar el aliento, porque su madre era alguien que jamás daba tiempo a nadie de nada.

Y lo rectificó cuando un zarpazo dirigido a su rostro, destrozó el árbol que estaba detrás de él, cuando logró agacharse a tiempo.

Kushina por su parte estaba feliz de ver que los reflejos de Naruto estaban volviéndose más agudos. Pero que aún así faltaban muchos años para que este estuviera a la par de ella.

Así que con una rapidez sorprendente, agarró de los cabellos al rubio antes de que este logrará escapar, para estrellar repetidas veces aquel rostro canela contra el árbol que en ese momento estaba astillado.

Naruto por mucho que arañaba la mano de su madre, está no dejaba de lastimarlo.

Hasta que Kushina se detuvo de golpe al ver que su hijo estaba inconciente, sonrió al ver que fue lo peor que le pudo pasar á Naruto.

Camino hasta un acantilado que estaba cerca y sin piedad o lástima, avento el cuerpo de su hijo al oscuro lugar, escuchando el sonido que hacía Naruto al caer y chocar con los árboles de abajo.

Giró sobre sus talones y camino en busca de una presa y comer.

Mientras Naruto seguía rodando, hasta que cayó sobre una piedra que le abrió la cabeza, derramando sangre por el lugar y llamando así la atención de las bestias que estaban cerca.

Quienes no dudaron en ir a ver de donde provenía el aroma o en el peor de los casos, el idiota que invadía su territorio.

Si hubiera sido por Naruto, este se quedaba una semana entera en el lugar si así reponia las fuerzas que ya no tenia. Pero los gruñidos que cada vez se acercaban más a él, lo obligaron a abrir los ojos y pararse como pudo.

Lástima que su actuar fue visto como amenaza a los lobos, quienes no dudaron en atacarlo sin piedad. Naruto recibía muchas mordidas en sus brazos y piernas, mientras intentaba no morir en la pelea.

Pero al retroceder, piso mal y resbaló. Acción que hizo que los lobos lograrán someterlo.

La verdad estaba ya muy cansado, y sentía que pronto perdería el conocimiento. Hasta que una pequeña voz lo hizo abrir los ojos a más no poder.

--¿Sasuke? -- pregunto en un susurro al mirar al interior del bosque que tenía frente a él. Y un terror inimaginable se instaló en su pecho cuando a lo lejos vio al pequeño azabache parado. --¡No lo hagas, vete! -- pidió al ver que su pequeño cachorro estaba gimiendo de miedo al ver a los lobos.

Pero una mordida en su hombro lo regreso en si, enfocó al lobo que tenía enfrente y con la poca fuerza que reunió, le atravesó el pecho mientras extraía el corazón de este.

La acción provocó que los demás lobos se lanzarán al ataque al ver a uno de la camada, tirado en el frío suelo.

Pero Naruto está vez no se iba a dejar vencer, tenía que proteger a Sasuke fuera el costó que fuera.

Creando un escenario donde un cachorro león peleaba con una manada de lobos salvajes y lo peor de todo territoriales. La única forma de terminar todo era, oh muriendo en la batalla o ganando está.

Para Naruto fue la segunda, porque en medio de los 6 cuerpos de los lobos, estaba él parado lleno de sangre, mordidas y heridas viejas abiertas.

Sin saber que todo lo había visto Kushina, quien en vez de estar alegre por lo que logró su hijo, estaba realmente enojada.

Bajo del árbol de un salto, para luego caminar hasta Naruto. Pero antes de tocarlo, este cayó al suelo, inconsciente.

Más gruñidos inundaron el oscuro y tétrico bosque, los lobos que Naruto mato, antes de que estos cayeran, aullaron en busca de ayuda, una que llegó tarde.

Los lobos no dudaron en lanzarse contra la leona, quien con una mirada escarlata, hizo que todos estos cayeran al suelo muertos.

-- No estoy de humor para aguantar a basuras como ustedes -- susurró al dirigirse al único lobo que estaba en el suelo agonizando. Sin piedad o misericordia, se acercó al lobo y de un pisotón, le explotó la cabeza.

Al ver que el sol estaba saliendo, camino hasta Naruto y lo sujeto del cuello de la playera y lo arrastro hasta donde estaba un lago profundo.

Avento el cuerpo de Naruto, antes de irse de ahí. Sabía que si veía a su bastardo, lo mataría sin dudar, y no podía hacer eso, al menos aún no.
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Minato se sentía incómodo, tanto que deseaba que la tierra se lo tragara y es que no era para menos cuando tenía aquella mirada tan fija en él.

--¿Gu-Gusta otro poco de té? -- Pregunto con los nervios en la voz, ganándose una negativa por el Alfa.

-- La verdad ahora entiendo porque Kushina es tan, pero tan fuerte -- Minato se mordió el labio al saber que continuaba y el no tener a su Alfa en la mansión, lo dejaba vulnerable. --Tranquilo hermoso, no haré nada que no quieras -- susurro al ver lo que su voz provocaba en el rubio.

Hasta que la puerta de la mansión se abrió de par en par, donde entró Kushina con la ropa llena de sangre y tierra en la cara.

Rasa se levantó rápido y miro de pies a cabeza a la recién llegada, quien no se espero tener al líder de los leones albinos como visita. Por lo que su vista se poso en Minato, quien desvió el rostro a un lado.

--Realmente eres alguien difícil de encontrar, ¿no es así Kushina? -- la mencionada camino hasta las escaleras antes de soltar una pequeña sonrisa.

--Espero hayas atendido muy bien a la visita, Minato -- el Omega al entender la insinuación, se mordió el labio inferior con fuerza para no llorar.

--Puede que sea un bastardo sin corazón Kushina, pero jamás me acostaria con tu Omega -- Rasa no dudo en salir en la defensa del rubio, al recordar las formas que lo sedujo y este ni caso le hizo.

Hasta que el lugar se inundó de un silencio incómodo al ver entrar a Naruto, quien en ese momento ignoró a todos y paso de largo, sin hablarle a Rasa, quien no podía creer que él rubio tuviera tal aura siniestra.

--Y porque no, si en esta vida nadie es indispensable o invaluable -- Minato al ver que Kushina lo miraba tan intensamente, supo porque lo decía. -- Por eso sí tienes ganas de cogertelo, hazlo, tienes mi permiso --.

Tanto Naruto como Rasa se quedaron estupefactos al escuchar eso, pero más el rubio al ver a su mamá pasar á su lado, quien le dio una sonrisa cínica y susurró algo que él sólo escuchó.

--"Ningun Omega en esta vida vale la pena cuidar o conservar. Todos son seres que sirven sólo para abrir las piernas y dejarse coger" --.

Antes de que Kushina entrará a su habitación, miro a Rasa y luego a Minato.

--Elije el cuarto que gustes Rasa, y tu Minato, atiendelo bien --. Y sin decir más, cerró la puerta para poder darse un baño y dormir quizás un rato.
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Aquí está otro cap

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