Capítulo 63

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Punto de vista de Lauren:

¿Conoces el sentimiento de cuándo la cagas, pero es involuntario (aunque nadie la caga voluntariamente)? Bueno, eso es lo que nos pasó a Camila y a mí en la casa de Normani. Estaba concentrada en otra cosa cuando Camila me hizo esa pregunta y terminé siendo grosera e insensible por accidente, es decir, generalmente soy bastante grosera en general y las preguntas estúpidas me irritan inexplicablemente, pero eso no es lo que pasó con Camila.

Bueno, el hecho era que necesitaba disculparme con mi novia. Ella había dicho "simplemente no aparezcas frente a mí hoy", eso significaba que podría aparecer frente a ella al día siguiente. Por esa razón, había ido al mercado la noche anterior y compré dos racimos de plátanos y pasé las siguientes dos horas personalizando un moño similar a los que hice cuando dejaba los plátanos en su puerta durante el Banano I.

Al día siguiente, puse los dos racimos en una canasta y les puse el lazo. Me puse mi mejor atuendo casual, me di dos duchas, me peiné y pasé unos quince minutos frente al espejo entrenando mi mejor expresión inocente y linda y esperé a que mi madre saliera a su caminata matutina con Sinu. Sabía que visitar a Camila por la mañana no sería una gran opción para conseguir su perdón porque ella era un demonio justo después de despertar, pero quería verla cuando estuviera sola y también me moría por resolverlo todo.

Me detuve frente a su puerta, con la canasta debajo del brazo y toqué el timbre. Mientras esperaba una respuesta, me enderecé la camisa, hice mi expresión inocente y sostuve la canasta con los plátanos en ambas manos.

Cuando se abrió la puerta, respiré hondo, llenando de oxígeno mis nuevos pulmones, que aún estaban en fase experimental, cuando vi la imagen de Camila. Tenía el cabello completamente despeinado, como si hubiera sido atacada, su mirada baja debido al sueño y estaba masticando algo invisible como una vaca comiendo pasto. Llevaba una playera que era demasiado grande, sus pies estaban descalzos y había algo blanco azulado en la esquina de su boca, que supuse que era pasta de dientes. Nunca la había visto tan hermosa.

—Camz, te traje...

—Shhh... —Me quedé en silencio sin saber qué hacer y ella tomó la canasta de mis manos y entró, dejando la puerta abierta y lo vi como una invitación a entrar también. Todavía en silencio, fue a la cocina y dejó la canasta sobre la mesa antes de volver a mí y tomarme de la mano, tirándome hacia las escaleras. No lo entendía, joder, y me estaba causando una gran ansiedad. Me hormigueaban las yemas de los dedos, mi estómago ardía inexplicablemente, mi cabeza zumbaba, mi corazón quería desgarrar mi pecho y todo esto con ella solo sosteniendo mi mano.

Me llevó a su habitación y en el momento en que puse un pie en la habitación, me sorprendió con un abrazo. Sus brazos se apretaron fuertemente alrededor de mi cintura, como si fueran a reventar en cualquier momento y su aliento tranquilo golpeaba mi cuello, haciéndome temblar de la cabeza a los pies. No pude formar ningún razonamiento coherente con ese gesto, pero mi cuerpo respondió a el como dos polos de un imán que se atraen buscando alinearse.

—Camz... —Pensé en preguntarle si todavía estaba molesta conmigo, pero no tuve la oportunidad porque sus manos sostuvieron mi rostro y sus labios me callaron, provocando que inhalara rápidamente en busca de aire, tomada por la sorpresa de su beso repentino. Sin ningún movimiento, mantuvimos nuestros labios juntos y me permití cerrar los ojos y sentir el contacto ligero e intenso.

Puede parecer contradictorio, pero ese beso estaba siendo así, ligero, intenso, haciendo que todo dentro de mí girara y creciera como si fuera a estallar en cualquier momento. Y luego me acordé de nuestro primer beso, que había sido exactamente así, provocando los mismos sentimientos en mí y me prometí a mí misma que podía morir de esa forma. Podría morir en los labios de Camila.

You Hate Me While I Love You [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora