Capítulo 3

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Lunes.

¿Cómo fue posible para mí amar y odiar este día al mismo tiempo?

Razones para odiar los lunes

Razón 1: tres horas de Química II con el profesor Houston, que siempre tenía comida pegada al bigote y olor a muertos.

Razón 2: día de carne molida en el menú.

Nota: existía un antiguo rumor de que la carne molida se producía con los restos de los muertos que fueron enterrados en el cementerio cerca de la escuela.

Razón 3: tener que levantarse temprano después de acostarse tarde el domingo.

Razón 4 (y la peor de todas): tener que aguantar a Lauren Jauregui en todos mis horarios de clase y tener la idea de que también la soportaría durante los próximos cuatro días en todos los horarios de clase.

¿Cómo llegó esa idiota a entrar a cada una de mis clases?

Ahora vamos a la parte buena!

RAZÓN PARA AMAR EL LUNES

Razón única: Shawn Mendes.

Había pasado un tiempo desde que estaba enamorada de Shawn. Este enamoramiento que fácilmente podría catalogarse como un amor apasionado, pero preferiría llamarlo pequeño enamoramiento para no parecer demasiado intensa y exagerada.

—Ten un buen día, flaquita! —Dijo mi padre, en cuanto detuvo el auto frente a la escuela. —Trata de no ir a detención por pelear con Lauren. Espero que algún día vayas a la universidad y si eso sigue sucediendo, ninguna universidad te aceptará. Ellos no quieren una problemática cause terror en su universidad.

—Si no me hace enojar, no pelearé con ella, Papá . —Besé su mejilla. —¡Te amo! —declaré, ya saliendo del auto y poco después corriendo hacia el edificio de Broomfield High School.

Detalle, correr con mochila no es nada sexy.

Todos los días viajaba con mi papá para llegar temprano a la escuela porque el casillero de Shawn estaba al lado del mío y me gustaba pasar el rato allí hasta que llegaba el chico sexy y me daba mi "buenos días, Mila" todos los días.

Mientras corría por el pasillo vacío, pude ver estructuras metálicas en la distancia y mi sangre comenzó a hervir.

No solo yo llegaba más temprano todos los días, también llegaba la idiota Jáuregui, y para mi suerte, también le gustaba pasar horas frente a su casillero, que también estaba al lado del mío.

Era como estar entre el cielo y el infierno todos los días.

Dejé de correr y caminé lentamente, dispuesta a ignorar a Lauren, como hacía todos los días.

¿Por qué se vestía como una cantante de rock, cuando sabía que le gustaba escuchar a la deprimente y dramática Lana del Rey? ¿Tenía que seguir con esa pose de John Bender? Estaba de pie, con los hombros contra el casillero, los brazos por debajo de los pechos (no llevaba sostén y yo solo lo noté porque llamaba la atención) y con esas botas sucias entrelazadas frente a su cuerpo. Solo faltaba el cigarrillo en la boca. ¡Idiota! ¿Y esos cabellos? ¿No se peinó? Sin mencionar la camiseta gris sin mangas llena de agujeros y los pantalones oscuros, todos rotos.

Parecía una vándala.

La idiota me vio y tuvo el valor de sonreírme abiertamente y con aire de suficiencia.

—¡Buenos días, Camz! —Odiaba cuando me llamaba así. Camz. ¿Qué tipo de apodo ridículo era ese? De hecho, ¿quién le había dado permiso para ponerme un apodo?

You Hate Me While I Love You [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora