Capítulo 66

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Punto de vista de Vero:

Todavía no sé realmente lo que vi, pero sé que lo vi y no me gustó nada.

—Verónica, ya va a empezar, ¡ven rápido! —Gritó mi madre desde su habitación y yo cerré los ojos con fuerza. No entendía cómo una persona podía gritar tanto...

El programa de Ellen Degeneres era mi programa de entrevistas y variedades favorito, que mi madre y yo siempre nos esforzamos por ver juntas, pero ese día no tenía ganas de ver la cara de Ellen Degeneres porque me recordaba mucho a Kristen. Tampoco quería saber de Eminem, Katy Perry o Justin Bieber porque también me recordaban a Kristen y su cabeza rubia calva.

No debería estar tan enojada con ella sin ninguna razón. El hecho de que ella tomara toda la atención de Keana realmente no me molestaba, tal vez solo estaba un poco conmocionada por la partida de Lucy, pero como mencioné el hecho de que Keana pasó toda la tarde hablando con Kristen a solas, sin la más mínima educación para todas en esa habitación, también debo mencionar que Kristen solo necesitaba frotar sus pechos en la cara de Keana de tan ofrecida que era. De todos modos, solo estoy mencionando los hechos.

—¡Date prisa, joder! —Mi madre volvió a gritar.

—¡Ya voy! —Le grité, a pesar de que su habitación está al lado de la mía. Mi teléfono celular vibró y la pantalla se iluminó, mostrando la notificación de un nuevo mensaje.

09:03 - PIJAMA DE SATANÁS

Sé que probablemente estés viendo a Ellen ahora y no quiero molestarte, pero solo quiero saber cómo estás después de todo.

Si quieres hablar de algo, después del programa, estaré aquí, ¿de acuerdo?

¡Besos!

—¡No quiero hablar contigo! —Murmuré al celular. —¿Por qué no vas a hablar con tu futura novia y le muestras tu pijama? —Tiré el teléfono sobre la cama sin contestar el mensaje y me fui a la habitación de mis padres para ver a Ellen incluso en contra de mi voluntad. Necesitaba distraerme.

Punto de vista de Camila:

—Prefiero quedarme en casa, aferrada a ti. —Gruñó mi novia por milésima vez desde el día anterior, cuando se acordó que íbamos a ver Supergirl en el departamento de Kristen y Ariana. Le expliqué las razones por las que nos invité, pero ella no entendió y continuó refunfuñando. Ella había recibido "la visita del infierno", entonces la entendía y me contuve para no perder la paciencia sin querer.

—Amor, ¿quieres un chocolate? - —Pregunté apretando los dientes mientras tocaba el timbre del apartamento.

—¡Quiero mi casa, quiero morir! Tengo cólicos, Camz... —Gimió y yo me volví hacia ella, viendo su expresión llorosa y toda mi molestia se fue al vacío.

—¡Hola! —La voz de Ari resonó por el intercomunicador.

—Hola Ari, soy yo, Camila! —Avisé, y tan pronto como escuché el sonido de la puerta al abrirse permitiéndonos entrar, me volví hacia mi novia. —Quedémonos un poco y luego nos vamos. Voy a prepararte una compresa de agua caliente para ponértela en la barriga y hacerte un masaje, ¿vale? No sería de buena educación no asistir. —Aclaré inteligentemente, acariciando levemente su bajo vientre mientras usaba los dedos de la otra mano para tocar su rostro.

—No fue de buena educación que te trajeras todo el pudín que hicimos.

—Si no saben que existió el pudín, no se lo perderán. No tengo la culpa, entre mis muchos dones, de saber también cocinar. —Me encogí de hombros, limpiando un polvo invisible en mi hombro.

You Hate Me While I Love You [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora