You Hate Me While I Love You [Traducción]

Capítulo 68

Punto de vista Camila:

Había llegado el momento de que, una vez más, pusiera en práctica mi don interpretativo.

Abracé la almohada que Lauren me había dado y bajé al apartamento de Kris, sabiendo que Lauren estaba detrás de mí y también llevaba una almohada como el disfraz perfecto para justificar nuestra ausencia.

Dinah fue la primera en notarnos, me miró y sonrió sin mostrar los dientes antes de volverse hacia las chicas.

—Vero, ¿cuánto pesa en promedio una almohada? —Vero, que hasta entonces tenía los ojos pegados a Keana, se volvió hacia Dinah y frunció el ceño.

—Depende mucho del material, ¿por qué? —Dinah se volvió hacia mí de nuevo y sonrió, llenándose la mano de cheetos.

—Porque creo que las almohadas de Kristen son de plomo. Lauren y Camila solo pueden llevar una, cuando de hecho, podrían llevar unas treinta. —Respondió ella poniéndose todos los bocadillos en su boca.

Perra.

—¡Acabamos de encontrar estas, idiota! —Le respondí a esa traidora que debería estar ayudándome. En respuesta, me arrojó una almohada a la cara sin merecerlo.

—Llámame idiota de nuevo y te cortaré la cabeza. —Gruñó y volvió su atención a las chicas de nuevo. —Entonces Kris, dime cómo Lauren te pidió que salieras con ella.

Dinah era la empleada del año para Satanás. Podría apostar que en la pared de fotos de los mejores empleados del infierno, estaba todo ocupado con las fotos de Dinah.

¿Cómo era posible que yo, inocente y amable como era, me convertí en la mejor amiga de esa criatura?

—No es el momento adecuado para hablar de mi noviazgo, Dinah. —Respondió Kristen con una mueca.

—Lauren y yo vamos a preparar algo para que todas comamos. —Intervino Ally y jaló a mi novia-amiga hacia la cocina, probablemente preguntándose qué estaba pasando.

Me preocupaba que Vero dijera algo estúpido y arruinara nuestra farsa, pero parecía demasiado concentrada en sus propios pensamientos para notar nuestra mentira.

—Lilly, ¿quieres hablar de lo que pasó? —Preguntó Kristen abrazando a las cejas de bigote por la cintura, quien la miró antes de apoyar la cabeza en su hombro.

—No, ahora solo quiero olvidar a ese idiota. —Se volvió hacia Kris y la abrazó por el cuello. —Mejor me voy porque no quiero perturbar tu reunión.

Era obvio que ella no quería irse.

—¡De ninguna manera! —Protestó Kris. —A las chicas no les importa si te quedas, ¿verdad? —Volvió la cabeza, mirándonos por encima del hombro y pronto me incorporé en mi personaje.

—¡Por supuesto que no queremos que te vayas, quédate con nosotras Lilly! —Prácticamente rogué y hasta junté las manos en señal de oración para enfatizar mis palabras. Las otras chicas, excepto Ariana, también le pidieron a Lilly que se quedara.

—Gracias chicas, hoy realmente necesitaba compañía. —Dijo la cria de Eugene Levy, sonriendo como una muñeca inglesa.