Una canción con olor a marihuana

300 61 230
                                    

🎶 En la vida se gana cuando entiendes bien, las drogas confunden y te hacen creer que te sientes contento y que todo está bien. No es cierto. No hagas caso, no es cierto 🎶.

—Existen niveles de humillación, en el más alto estás tú y debajo el asfalto y más abajo estoy yo—se quejó Héctor.

Scarlett contempló el campus universitario lleno de estudiantes que deambulaban de un lugar a otro. Cerró por unos instantes los ojos, sintiendo el sol en los párpados. Suspiró intentando mantener la calma.

🎶 La salida está enfrente, pero no puedes ver porque lo que aprendiste lo echaste a perder 🎶.

—¡No me ignores carajo! —se quejó una vez más Héctor—. El único que anda con un traje ridículo y cosido de retazos desgastados soy yo.

Scarlett hizo un gesto con la mano para minimizar sus palabras:—Ya párele a tanto llanto Marimar. Y levanta más esa pancarta.

—Me gustaría saber cómo deseas que la gente te tome en serio cuando utilizas el estribillo y la imagen de una flor multicolor encerrada bajo un logo de peligro, lo cual fue muy molesto para mí. Es el comercial más marihuanero de la historia, lo que me insta es a que la fume—se quejó Héctor.

Su amigo alzó la pancarta con mala expresión mientras Scarlett repartía algunos volantes sujetados a una cuerda alrededor de su cintura.

🎶 Viviendo sin drogas serás feliz porque viviendo sin drogas se vive mejor 🎶.

—Concéntrate en la vida que puedes cambiar—dijo mientras le entregaba a un estudiante que, al ver la falta de calidad en su impresión, la hizo bola y la echó al césped—. ¡Oiga, si no la quería podía devolverla!

—No sea tacaña e imprima a color—replicó el estudiante mientras se alejaba.

Cuando iba medio lejos, Héctor agitó su puño en su dirección. Scarlett tomó la hoja y la desarrugó. Admitió que el tipo tenía razón, pero su pobre presupuesto no le permitía gastar mucho.

—Lo importante no es el color, es la información que contiene—bufó Scarlett por la nariz.

—Cómo quieres que lean la copia de la copia de la copia...—dijo Héctor.

— ¿Del lado de quién estás Héctor? —Le preguntó ella un poco mosqueada.

— Pues del tuyo, o no ves que sobre mi cabeza está un gorro ridículo y reparto volantes mal impresos—respondió Héctor.

De pronto, unas grandes y oscuras nubes se formaron amenazando con estallar y derramar lluvia torrencial. Era cierto que la gran mayoría de estudiantes se burlaban de ella. Para muchos, su consumo no era tan malo, artistas y cantantes alaban su uso atribuyendo que les proporcionaban poderes creativos.

Fue invitada a un panel donde expuso que cuando una persona fuma marihuana, el TCH pasa con rapidez de los pulmones a la corriente sanguínea debido a que sus compuestos afectan el sistema circulatorio y podían aumentar el riesgo de sufrir ataques al corazón y accidentes cerebro vasculares.

—Vamos a sentarnos debajo de ese quiosco —indicó su amigo.

El espacio era de forma circular hecho de piedra y madera. Héctor se quitó con rapidez el traje que solo usaba por ayudar a su amiga. Unas gotas de lluvia cayeron cesando de repente.

—Detesto el olor de la tierra mojada—expresó Héctor sin más.

—No entiendo por qué no te gusta el petricor—indagó Scarlett—. A mí me hace recordar un momento feliz.

Mi chico DōpuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora